¿POR QUÉ UNOS MESES TIENEN 30 DÍAS Y OTROS 31? ¿Y POR QUÉ FEBRERO TIENE SOLAMENTE 28?
¿POR
QUÉ UNOS MESES TIENEN 30 DÍAS Y OTROS 31? ¿Y POR QUÉ FEBRERO TIENE SOLAMENTE
28? ¿Y POR QUÉ SON 29 EN UN AÑO BISIESTO? ¿Y CUÁLES AÑOS SON BISIESTOS Y POR
QUÉ?
Antes de la reforma del calendario llevada a cabo por el
emperador Julio César, el año romano comenzaba en el mes de marzo al relacionar
el inicio del año con el “inicio” del ciclo de vida que supone la primavera. Y tenía
10 meses de 36 días, más 5 días al fin del mismo, dedicados a las fiestas de
las saturnales.
Así septiembre era el séptimo, octubre el octavo,
noviembre el noveno y diciembre el décimo.
A partir de la reforma juliana, el año pasó a tener 12
meses —de 30 o 31 días— incorporando a fin de los mismos dos meses, que se
llamaron enero y febrero. Los meses de 31 días eran los impares: marzo, mayo,
quinto, séptimo, noveno y enero. Y los de 30 eran los pares: abril, junio,
sexto, octavo y décimo. A febrero le correspondieron 29 (30 los años bisiestos)
para obtener los 365 días.
A Cayo Julio César se le brindó el honor de designar
un mes con su nombre, y el escogido fue el quinto mes, que a partir de la reforma
juliana se llamó julio (y que por la adición de enero y febrero pasó a ser el
sétimo mes). Su hijo adoptivo, Cayo Julio César Octaviano, que fue designado
emperador —con el título de Augustus— asumió el poder absoluto dando origen al
Imperio Romano. En su honor se llamó agosto al mes sexto (u octavo de los
actuales), pero, dado que el mes sólo tenía 30 días y no podía ser que el
Imperator Augustus tuviera un mes con un día menos que su padre, resolvieron
agregarle un día más que tomaron del último mes, pasando febrero de tener 29
días a tener 28.
Como así habían tres meses seguidos con 31 días, se
alteró la duración de los siguientes, pasando septiembre a tener 30, octubre
31, noviembre 30 y diciembre 31.
El año bisiesto fue una innovación del calendario
juliano elaborado por el astrónomo griego Sosígenes de Alejandría por encargo
de Julio César, que lo difundió por todo el Imperio Romano en el año 46 a.C.
Ocurre que existía un desfase entre el año solar (el
tiempo que tarda la Tierra en orbitar alrededor del Sol es de 365 días y 6
horas) y el año cronológico de 365 días. Así, cada cuatro años se reúnen las
horas suficientes para formar el día suplementario (6 horas por año x 4 años =
24 horas).
Este añadido hace que el año bisiesto tenga 366 días.
Este día extra se añade al final del mes de febrero, por lo que este mes pasa a
tener 29 días.
Y este día extra se le añade al mes de febrero, no
solamente por ser el más corto, sino por ser el último del año. Así Julio César
decretó que el 23 de febrero, día de Terminalia, tuviese 48 horas cada cuatro
años.
Como quiera que los romanos nombraban los días de los
meses en referencia a las calendas (primer día de cada mes) y los idus (día 15
de marzo, mayo, julio y octubre, y 13 de los demás meses), el día suplementario
se conoció como bis-sextus dies ante calendas martii (repite el sexto día antes
del primero de marzo). El nombre es demasiado largo, así que lo de bis-sextus
derivó a bisiesto.
Posteriormente, el calendario gregoriano, introducido
por el Papa Gregorio XIII en el año 1582, modificó la periodicidad de los años
bisiestos para regularizar el desajuste acumulado desde la implantación del
calendario juliano, para lo que dispuso 97 años bisiestos cada 400 años. Ocurre
que la duración del año solar es exactamente de 365 días, 6 horas, 13 minutos y
59 segundos 365 días, 5 horas, 49 minutos y 12 segundos, así que, con el
calendario juliano resultaba un año civil de 365,25 días y, por lo tanto, sólo
0,0078 días más largo que el año solar verdadero.
La modificación introducida en la regla de los
bisiestos, y que redujo la diferencia a 0,0003 de día, fue seguir considerando
bisiestos los años múltiplos de cuatro excepto el último de cada siglo cuyas
centenas no sean múltiplo de cuatro. Así que el año 2000 lo fue, pero no lo
será el 2100. La regla gregoriana de los años bisiestos se podría enunciar como
sigue: “Un año es bisiesto si es divisible por 4, a menos que sea divisible por
100 y no por 400″.
Nota:
·
El
calendario gregoriano es el utilizado en la actualidad por las naciones
cristianas, a excepción de las que siguen el cisma griego que utilizan el
calendario juliano, al igual que las naciones musulmanas.
·
El
calendario juliano que entró en vigor el 1 de enero del 45 a.C. supuso que el
año 46 a.C. —conocido como “el año de la confusión”— tuviera 15 meses.
Concretamente se le añadieron 85 días, distribuidos en dos meses entre
noviembre y diciembre (uno de 33 días y otro de 34 días) y otro mes intercalado
en el mes de febrero. Con ello consiguieron que el calendario se correspondiera
con las estaciones, cosa que ya no ocurría merced al desfase.
·
Para que
la fiesta de Pascua coincidiera con la llegada de la primavera, el calendario
gregoriano restó 10 días al año 1582, de tal manera que a al 4 de octubre no le
siguió el 5 de octubre, si no el día 15 de octubre. Así, en el año 1583, el
equinoccio vernal tuvo lugar el 21 de marzo.
·
El
calendario gregoriano no se adoptó en Gran Bretaña hasta 1752, en Rusia hasta
1918 y en Turquía hasta 1927.
Fuente: sabercurioso.es
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