¿LA INTELIGENCIA ES HEREDADA?
¿LA
INTELIGENCIA ES HEREDADA?
Esa
interrogante ha enfrentado por décadas a científicos respecto de qué factores
son más determinantes en el coeficiente intelectual (CI) de una persona: la
herencia genética o la experiencia que el individuo recibe desde el espacio
familiar y la escuela.
Estudios
en gemelos idénticos y separados al nacer decían que hasta un 60% del CI era
heredado. En 2011, la Universidad de Edimburgo redujo la cifra a un 50%,
analizando el ADN de 3.500 adultos.
Ahora,
una nueva investigación realizada en casi 18 mil niños, de cuatro países, se
menciona que los genes son responsables de hasta el 40% de la inteligencia.
El
estudio -realizado por científicos de la Universidad de Queensland, en
Australia- analizó el ADN y resultados de pruebas de CI de 17.989 niños, de
seis a 18 años, de Australia, Países Bajos, Reino Unido y EE.UU.
Los
resultados muestran que existe un factor de heredabilidad de la inteligencia,
que sería de naturaleza poligénica, es decir, en ella interviene un gran número
de genes. Pero que éstos determinarían entre 20 y 40 por ciento de la variación
de coeficiente intelectual que se da entre los niños.
Los
expertos dicen que cada gen vinculado a la inteligencia entrega su aporte para
tener en menor o mayor medida esta capacidad y que -por eso- su efecto es
acumulable. Es decir, mientras más genes de la inteligencia se tengan activos,
mayor será la posibilidad de tener un gran coeficiente intelectual.
Peter
Visscher, de la Universidad de Queensland y parte del estudio, dice que
investigaciones en gemelos y familias ya han mostrado que los factores no
genéticos (como a qué escuela se va) son más importantes en la infancia para el
desarrollo de la inteligencia. Mientras que los efectos de la genética en el CI
serían más importantes en la adultez, por su efecto acumulativo: a medida que
la persona crece, acumula experiencias beneficiosas que pueden activar genes
heredados que no se habían expresado hasta entonces.
La
investigación, además, muestra que un gen conocido como FNBP1L, que se había
demostrado previamente es el más importante en la predicción de la inteligencia
del adulto, también se asocia significativamente con la inteligencia infantil.
Naturaleza o crianza
Pedro
Maldonado, neurocientífico e investigador de la U. Chile, explica que el
trabajo de la U. de Queensland examina un gran número de genes y muestra que se
ha sobrestimado la importancia de éstos en el coeficiente intelectual. “Normalmente, la gente supone que los genes
que uno tiene determinan cómo uno será. Pero se ha aprendido que genes y
ambiente interactúan, de manera que lo que uno hace decide qué genes van a
expresarse”, aclara.
Maldonado
dice que, entonces, dependerá del entorno en el que la persona se desenvuelve
si se acerca a la máxima expresión de esos genes o sólo utiliza un porcentaje
pequeño de esa inteligencia heredada.
La
inteligencia se vincula a importantes logros, desde académicos, nivel de
ingresos, salud y hasta la longevidad. Pero la inteligencia, dice el
especialista, suele definirse exclusivamente como la capacidad de rendimiento
en un test, desconociendo otros elementos que conforman a una persona exitosa.
“Es una capacidad sobrevalorada por
otras que también son relevantes. Las personas para moverse bien en su
medioambiente requieren de distintas competencias y habilidades que no sólo se
reducen a las competencias cognitivas”,
dice.
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