¿ES CIERTO QUE SÓLO LOS HUMANOS HACEN LA GUERRA Y QUE DEBERÍAMOS DE APRENDER DE LOS ANIMALES?
¿ES CIERTO QUE SÓLO LOS HUMANOS HACEN LA GUERRA Y QUE DEBERÍAMOS DE
APRENDER DE LOS ANIMALES?
ABSOLVIENDO PREGUNTAS DEL INBOX
No
es cierto. En el reino animal en general, las guerras son comunes; los humanos
no somos más que animales con un delicado barniz cultural, compartimos
instintos primarios con el resto de seres vivos, entre los cuales desataca la
supervivencia, el más egoísta de todos los instintos, pues por medio de él, una
especie ataca a otras o a su misma especie por el mero hecho del acaparamiento.
Pero principiemos por definir el término “guerra”: La guerra es la forma de
conflicto socio-político más grave entre dos o más grupos y supone el
enfrentamiento organizado de grupos armados, con el propósito de controlar
recursos naturales, humanos, su desarme, imponer ideología o religión,
sometimiento o destrucción del enemigo. Las guerras se producen por múltiples
causas, mantenimiento o cambio de poder, dirimir disputas económicas,
ideológicas, territoriales, etc.
Desde
hace algunas décadas se ha comprobado que algunas especies animales también lo
hacen ya sea por territorio, recursos naturales o conflictos socio-políticos, a
continuación detallaré algunos ejemplos de los muchos que existe:
1.
Ante la escasez
de recursos naturales en su territorio, los chimpancés seleccionan territorios fértiles
ocupados por otros clanes. Los machos forman diferentes grupos de ataque
complementarios durante la ofensiva, se desplazan hacia el enemigo en silencio adoptando
algunas tácticas: algunos grupos trepan por las copas de los arboles mientras
que otros se mueven por el suelo de manera directa hacia el clan opositor,
mientras que el resto flanquea al enemigo para cortar su retirada, aislar y
matar a los más desafortunados
La agresión letal entre grupos de chimpancés es de
naturaleza cooperativa en la medida en que involucra coaliciones de machos que
atacan a otros. En el proceso los chimpancés han adquirido más territorio y
recursos que después se redistribuyen a otros en el grupo.
2.
Los suricatos en
tiempo de escasez de alimentos mandan espías a observar los recursos naturales
de sus vecinos, si estos son abundantes y el número de enemigos es inferior al
propio, se deciden por una invasión; si el enemigo es numéricamente superior se
realizan saqueos rápidos sin alertas a las fuerzas vecinas.
Al realizar un ataque los suricatos avanzan agrupados
y a paso firme. Cuando detectan, a la colonia vecina se lanzan a la carga a
gran velocidad, peleando en la superficie y dentro de los túneles de las
madrigueras, muerden, hieren y matan a sus rivales, también matan a cualquier
cría rival que no esté protegida.
En caso de quedar en desventaja toman todo el alimento
que puedan y regresan rápidamente a su territorio.
3.
Resulta que para
las hormigas, la guerra implica una sorprendente variedad de elecciones
tácticas sobre métodos de ataque y decisiones estratégicas sobre cuándo o dónde
iniciar las hostilidades. Y entre sus motivos puede haber razones económicas,
como conseguir más territorio, comida o incluso mano de obra
Algunas especies envían exploradoras que detectan los
peligros y objetivos para luego reunirse en grupos de miles e incluso millones
y avanzan atacando a todo lo que se encuentran por delante
Las hormigas emplean las mismas técnicas que los humanos
han empleado durante años: poner por delante la carne de cañón. Los hormigueros
envían al frente en primer lugar a las obreras y reservan a las hormigas soldado,
en las posiciones traseras, para proteger el nido, crías y comida.
Algunas especies han desarrollado una técnica para
acabar con sus enemigos de lejos, rociándolos con ácido fórmico y otras como la
Dorymyrmex bicolor, arrojan piedras
sobre la cabeza de las rivales.
Otras especies penetran en las líneas enemigas y se
llevan los huevos de sus rivales hasta su hormiguero donde crecerán como
"esclavos".
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