EL TARTAMUDEO
EL
TARTAMUDEO
El
tartamudeo es un trastorno del habla en el cual el flujo normal se interrumpe
mediante repeticiones frecuentes o la prolongación de sonidos, sílabas o
palabras o por la incapacidad de un individuo para comenzar una palabra. Las
interrupciones podrían estar acompañadas de guiños rápidos de los ojos,
temblores de los labios y/o de la mandíbula o muecas de la cara u otra parte
superior del cuerpo que una persona que tartamudea usa en un intento por
hablar. Ciertas situaciones, como hablar en frente de un grupo de personas o
hablar por teléfono, tienden a hacer que el tartamudeo se vuelva más severo,
mientras que otras situaciones, como cantar o hablar solo, a menudo lo mejoran.
El
tartamudeo también se conoce como balbuceo, especialmente en Inglaterra, y por
un término más amplio, el del habla sin fluidez. El tartamudeo también se
diferencia de otros dos trastornos adicionales de fluidez del lenguaje--el
lenguaje desordenando, caracterizado por un lenguaje irregular y rápido; y la
disfonía espasmódica, un trastorno de la voz.
EL HABLA NORMAL
El
lenguaje se produce mediante una serie de movimientos musculares coordinados
con precisión que incluyen la respiración (mecanismo respiratorio), la fonación
(mecanismos de expresión) y la articulación (garganta, paladar, lengua, labios
y dientes). Estos movimientos musculares se inician, se coordinan y son
controlados por el cerebro y son supervisados mediante los sentidos del oído y
el tacto.
Antes
de hablar, un individuo toma aliento y las cuerdas vocales (o pliegues
vocales), que son dos bandas de tejido muscular ubicadas en la laringe
directamente encima de la tráquea o la tráquea, debe unirse. El aire que se
sostiene en los pulmones gradualmente se libera, pasando por las cuerdas
vocales suavemente cerradas, y por lo tanto causando vibración y produciendo la
voz. El sonido de la voz pasa a través de la garganta y es dirigido hacia la
boca, en el caso de la mayoría de los sonidos, o hacia la nariz para aquellos
sonidos nasales como "m, n" y "ng". El paladar, la lengua,
la mandíbula y los labios se mueven de manera precisa para modificar los sonidos
que componen el habla.
CAUSAS DE LA TARTAMUDEZ
Los
científicos sospechan una variedad de causas. Hay razón para creer que muchas
formas de tartamudez se determinan genéticamente, pero todavía no entienden ni
conocen los procesos que causan el desorden.
La
forma más común de tartamudez se piensa tiene que ver con el desarrollo, es
decir, que ocurre en niños que están en el proceso de desarrollar el habla y el
lenguaje. Este tipo de tartamudez (más suave) sucede cuando el lenguaje y las
capacidades del idioma de un niño no pueden satisfacer sus demandas verbales.
La tartamudez sucede cuando un niño está buscando la palabra correcta. Este
tipo de tartamudez generalmente se supera.
Otra
forma común de tartamudez es neurogénica. Los trastornos neurogénicos surgen de
los problemas de las señales que se transmiten entre el cerebro y los nervios o
los músculos. En este tipo de tartamudez, el cerebro no puede coordinar
adecuadamente los diferentes componentes del mecanismo del lenguaje. También
podría surgir luego de un accidente cerebrovascular u otro tipo de lesión
cerebral.
Otras
formas de tartamudez se clasifican como psicogénicas o se originan en la mente
o en las actividades mentales del cerebro tales como el pensamiento y el
razonamiento. Considerando que alguna vez se pensó que la causa principal de la
tartamudez era psicogénica, hoy en día se sabe que esta causa sólo representa
una pequeña parte de los casos de tartamudez. Aunque los individuos que tartamudean
pueden desarrollar problemas emocionales como el temor a conocer personas o
hablar por teléfono, estos problemas, por lo general, son el resultado de la
tartamudez en lugar de la causa del desorden. El tartamudeo psicogénico
ocasionalmente ocurre en individuos que tienen enfermedades mentales o en
personas que presentan estrés mental o angustia grave.
Los
científicos y los investigadores por mucho tiempo han sabido que el tartamudeo
puede darse en las familias y que existe una posibilidad fuerte de que algunas
formas de tartamudez sean, en realidad, hereditarias. Sin embargo, todavía no
se ha encontrado el gen (o genes) relacionado (s) con la tartamudez.
DIAGNÓSTICO
El
tartamudeo en general es diagnosticado por un fonoaudiólogo, un profesional que
está educado especialmente para evaluar y tratar a individuos con trastornos de
la voz, el habla y el lenguaje. El diagnóstico se basa generalmente en la
historia del trastorno, como por ejemplo, cuándo se notó por primera vez y bajo
qué circunstancias, así como una evaluación completa del habla y las
capacidades del idioma.
TRATAMIENTO
Hay
una variedad de tratamientos disponibles para la tartamudez. Cualquiera de los
métodos puede mejorar la tartamudez, pero sólo hasta cierto punto; ya que,
actualmente no hay ningún tratamiento 100 por ciento efectivo para este
desorden. La terapia, sin embargo, puede ayudar a impedir que el desarrollo del
trastorno se convierta en un problema de por vida. Por consiguiente, se
recomienda una evaluación de la habilidad para hablar en todos los niños que
tartamudean por más de 6 meses o en aquellos en los cuales la tartamudez está
acompañada por comportamientos de esfuerzo.
El
desarrollo de la tartamudez es a menudo tratado educando a los padres sobre la
reestructuración del ambiente donde se desarrolla el habla del niño para
reducir los episodios de tartamudez. Se alienta a los padres a:
1.
Ofrecer un
ambiente doméstico relajado que proporciona un amplio número de oportunidades
para el lenguaje del niño. Establecer un tiempo del día específico que los
padres y los hijos pueden hablar libre de distracciones.
2.
Abstenerse de
criticar o reaccionar de forma negativa a los problemas de lenguaje del niño.
Los padres deben evitar castigar a los niños por la falta de fluidez en el
habla o pedirles que repitan las palabras tartamudeadas hasta que se hablen con
naturalidad.
3.
Abstenerse de
empujar al niño a que muestre sus habilidades verbales a otras personas.
4.
Escuchar
atentamente al niño cuando esté hablando.
5.
Hablar lentamente
y de una manera relajada. Si los padres hablan de esta manera, el niño también
podría seguir el ejemplo y hablar de una manera lenta, relajada.
6.
Evitar decirle al
niño que hable más lento o que piense en lo que va a decir antes de hablar.
7.
Esperar a que el
niño diga la palabra que está pensando. No tratar de completar los pensamientos
del niño.
Conversar
abiertamente con su hijo sobre el tartamudeo si es que éste le presenta el
tema. Actualmente muchos programas populares de terapia para la tartamudez
persistente ponen énfasis en volver a aprender el habla y en olvidar la forma
en la que se aprendió a hablar. Los efectos psicológicos colaterales del
tartamudeo ocurren con frecuencia, como por ejemplo, el temor de hablar a
desconocidos o en público, también se abordan en la mayoría de estos programas.
Otras
formas de tratamiento son las aplicaciones terapéuticas, como los medicamentos
o los dispositivos electrónicos. Los medicamentos o los fármacos que afectan la
función cerebral a menudo tienen efectos colaterales que los hacen difíciles de
usar como tratamiento a largo plazo. Los dispositivos electrónicos que ayudan a
controlar la fluidez de las palabras pueden ser más una molestia que una ayuda
en la mayoría de las situaciones y son a menudo abandonados por las personas
que tartamudean.
También
existen métodos no convencionales como terapia para el tartamudeo. Es siempre
una buena política comprobar las credenciales, la experiencia y las metas del
tratamiento que se ofrecen a las personas. Evite trabajar con alguien que
promete una "cura total" para la tartamudez.
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