LA AUTOPSIA DE NAPOLEÓN BONAPARTE. PERCY ZAPATA MENDO.
LA
AUTOPSIA DE NAPOLEÓN BONAPARTE
Por
casi dos siglos, la muerte de Napoleón Bonaparte ha estado rodeada de
especulaciones de asesinato, pese a que la autopsia original reveló que el
emperador francés había sucumbido al cáncer de estómago.
Un
nuevo y minucioso estudio médico informa que las pruebas que apoyan el
diagnóstico inicial son abrumadoras, descartando así el envenenamiento.
"Creo que es muy acertado", dijo Owen Connelly, autor de varios
libros sobre Napoleón y profesor de historia de la Universidad de Carolina del
Sur. "Es lo mismo que mató a su padre y a Paulina, una de sus
hermanas", agregó Connelly, quien no participó en el estudio.
Nacido
en 1769, en la isla francesa de Córcega, Napoleón ascendió en la jerarquía del
ejército francés hasta convertirse en emperador de Francia en 1804. Durante más
de una década de reinado, Napoleón logró, de manera intermitente, controlar la
mayor parte de Europa antes de ser derrotado y exiliado.
Luego
de escapar, intentó recuperar su título y sufrió su última derrota militar en
Waterloo, tras la cual se exilió nuevamente, en esta ocasión en la isla de
Santa Elena, en el océano Atlántico. Ahí murió seis años más tarde, en 1821.
Desde entonces, las circunstancias de su muerte han provocado fuertes debates.
Algunos
expertos argumentan que ciertos hombres poderosos -franceses, ingleses o quizá
una combinación de ambos- temían que el antiguo emperador volviera a escapar
del exilio y recuperara Francia. Una parte de esta teoría conspiradora sugiere
que Napoleón fue envenenado lentamente con arsénico, tal vez mezclado con el
vino o los alimentos.
De
hecho, diversos estudios del cabello de Napoleón revelaron altas
concentraciones de arsénico, pero los detractores de esta teoría afirman que
los medicamentos e incluso el tónico capilar de la época a veces contenían este
elemento tóxico.
TEORÍA DEL
ENVENENAMIENTO CON ARSÉNICO
En 1955, aparecieron los diarios de Louis Marchand, mozo de
cámara de Napoleón. Su descripción de Napoleón en los meses antes de su muerte
condujo a muchos, sobre todo a Sten Forshufvud y Ben Weider, a concluir que
había sido envenenado con arsénico de forma indirecta. El hecho de que el
cuerpo de Napoleón fuera encontrado muy bien conservado cuando fue trasladado
en 1840, apoya la teoría del arsénico, ya que esta sustancia es un fuerte
conservante.
En 2001, Pascal Kintz, del Instituto Forense de Estrasburgo
(Francia), añadió crédito a esta teoría con un estudio sobre los niveles de
arsénico encontrados en un mechón de pelo de Napoleón conservado después de su
muerte: tenían entre 7 y 38 veces más arsénico de lo normal. El corte de los
cabellos en segmentos cortos, y el análisis de cada segmento individual,
proporciona un histograma de la concentración de arsénico en el cuerpo. Este análisis
en el pelo de Napoleón sugiere que absorbió dosis elevadas pero no letales a
intervalos al azar. El arsénico debilitó gravemente a Napoleón y permaneció en
su sistema.
El régimen médico impuesto a Napoleón por sus doctores
incluyó el tratamiento con tartrato potásico de antimonio (también llamado
emético tártaro), enemas regulares, y una dosis de 600 miligramos de cloruro
mercúrico (calomelanos), para purgar sus intestinos en los días inmediatamente
antes de su muerte. Un grupo de investigadores del Departamento de Examinadores
Médicos de San Francisco especula que este tratamiento pudo haber conducido a
la muerte de Napoleón, causándole una deficiencia grave de potasio. Forshufvud
y Weider advirtieron que esto se asociaba con los niveles altos de orgeat (una
bebida hecha de almendras, azúcar y agua de rosas) que bebía Napoleón para
intentar aplacar la sed anormalmente alta de la que se quejaba. Las almendras
amargas usadas para darle sabor al orgeat contenían compuestos de cianuro, que
el estómago de Napoleón no podía expulsar mediante vómitos debido a las dosis
frecuentes del emético tártaro. Estos investigadores comentaron también que la
sed de Napoleón era un posible síntoma de envenenamiento crónico lento con
arsénico, y añadió que las dosis de calomelanos que le daban a Napoleón era
esencialmente una sobredosis masiva.
El análisis más reciente, realizado por la revista Sciencie
et Vie, mostró que concentraciones similares de arsénico se encontraban en el
pelo de Napoleón en muestras tomadas a partir de 1805, 1814 y 1821. El
investigador Ivan Ricordel (jefe de toxicología en la policía parisiense),
declaró que si el arsénico hubiera sido la causa, Napoleón habría muerto años
antes. El grupo sugirió que la fuente de arsénico más probable en este caso fuera
un tónico capilar. Sin embargo, esto no explicaba los modelos de absorción de
arsénico irregulares revelados en el análisis encargado por Forshufvud.
También se ha descubierto que el empapelado usado en la casa
de Napoleón contenía niveles elevados de arsénico. Se ha dicho que el pegamento
utilizado, que en el ambiente frío de Gran Bretaña era inofensivo, crió mohos
que convirtieron el compuesto de arsénico de cobre en un gas mortal en el clima
cálido y húmedo de Santa Helena. Pero este análisis tampoco explica los modelos
de absorción de arsénico irregulares de Forshufvud.
En 2008, los investigadores analizaron muestras de pelo de
Napoleón en todas las épocas de su vida, y también muestras de su hijo y
esposa, así como de otros contemporáneos. Por el análisis de activación de
neutrones, encontraron que todas las muestras tenían niveles altos de arsénico,
aproximadamente cien veces más alto que el promedio. Según los investigadores,
el cuerpo de Napoleón estaba ya fuertemente contaminado con arsénico cuando era
un muchacho, por lo que concluye que la alta concentración de arsénico en el
pelo de Napoleón no era debida al envenenamiento. Durante su vida, estuvo
constantemente expuesto al arsénico de materiales como pegamentos y tintes que
se usaban en aquella época.
EL INFORME LA AUTOPSIA DE NAPOLEÓN
BONAPARTE REALIDADO POR EL Dr. ANTOMMARCHI
Aquí
mostramos un extracto del libro del Dr. Francisco Antommarchi, concretamente el
referente a la autopsia realizada posteriormente a la muerte del emperador y
aunque es considerada el informe principal de la autopsia, existen otros
informes ya que en el aquel momento además del Dr. Antommarchi, había presentes
otros cuatro médicos ingleses.
Este
es el informe:
"Hecho
esto procedí a la autopsia , a cuya triste operación asistían los señores
Bertrand, Montholon y Marchand , ejecutores testamentarios ; hallabanse también
sir Thomas Reade, algunos oficiales de estado mayor, los doctores Schort,
Arnolt, Michell, Livington y otros médicos hasta el número de ocho que yo había
convidado.
En
tanto que le cortaban los cabellos, que Napoleón había destinado para los
diferentes individuos de su familia, comprobé algunas observaciones que ya tenía
hechas: he aquí las principales.
1.
El Emperador
había enflaquecido tan considerablemente después de mi llegada a Santa-Helena,
que no abultaba la cuarta parte que antes.
2.
La cara y el
cuerpo estaban pálidos, pero sin alteración ni aspecto cadavérico. Su fisonomía
era apacible, tenía los ojos cerrados, y no se hubiera dicho que estaba muerto
sino que dormía en profundo sueño. Su boca conservaba la expresión de la
sonrisa, con la diferencia de que el lado izquierdo estaba levemente contraído
por la risa sardónica.
3.
El cuerpo
presentaba una llaga de un cauterio en el brazo izquierdo, y varias cicatrices,
a saber: una en la cabeza, tres en la parte interior de la pierna izquierda, de
las cuales una en el hueso del tobillo exterior; una en la extremidad del dedo
anular de la mano izquierda, y en fin tenia v arias en el muslo de la pierna
izquierda.
4.
Su altura total
de lo alto de la cabeza hasta los talones era de cinco pies dos pulgadas y
cuatro líneas.
5.
La extensión
comprendida entre sus dos brazos tomada desde las puntas de los dedos del
medio, era de cinco pies dos pulgada».
6.
De la sínfisis
del pubis hasta lo más alto de la cabeza había dos pies siete pulgadas y cuatro
líneas.
7.
Del pubis al
calcaño, dos pies siete pulgadas.
8.
De lo más alto de
la cabeza basta la barba, siete pulgadas y seis líneas.
9.
La cabeza tenia
veinte pulgadas y seis líneas de circunferencia; tenía la frente alta, las
sienes deprimidas, y la coronilla de la cabeza muy fuerte y ahuecada.
10.
Los cabellos
escasos y de color castaño claro.
11.
El cuello un poco
corto, pero bastante regular.
12.
El pecho ancho y
de buena conformación.
13.
El abdomen muy
inflamado y voluminoso.
14.
Los pies y las
manos un poco pequeños, pero bellos y bien hechos.
15.
Los miembros
tendidos y derechos; todas las otras partes del cuerpo tenían las proporciones
ordinarias.
Tuve
curiosidad en hacer en aquel grande hombre la aplicación del sistema
cráneo-lógico de los doctores Spurzheim y Gall: de hecho los signos más
aparentes que su cabeza ofreció.
I.
Órgano de la
disimulación.
II.
Órgano de las
conquistas.
III.
Órgano de la
benevolencia.
IV.
Órgano de la
imaginación.
V.
Órgano de la
ambición y amor de la gloria.
Por
lo que respecta a las facultades intelectuales hallé:
I.
Órgano de la
individualidad o conocimiento de los individuos y de las cosas.
II.
Órgano de la
localidad, de las relaciones del espacio.
III.
Órgano del
cálculo.
IV.
Órgano de la comparación.
V.
Órgano de la
calidad, del espíritu de inducción, de cabeza filosófica.
Veinte
horas y media se habían pasado después de su muerte, cuando comencé la
disección del cadáver: primeramente abrí el pecho, y lo más notable que observé
fue lo siguiente.
Los
cartílagos o ternillas costales estaban osificados en gran parte.
El
saco que forma la pleura costal del lado izquierdo, contenía cerca de un vaso
de agua de un color cetrino.
Una
ligera cubierta de linfa coagulada cubría una parte de la superficie de las
pleuras costal y pulmonar correspondientes al mismo costado.
El
pulmón izquierdo estaba levemente comprimido por causa del derrame, y se unía
por medio de numerosos ligamentos a las partes posterior y lateral del pecho y
al pericardio. Le disequé con cuidado y hallé el lóbulo superior salpicado de
tubérculos y de algunos hoyitos tuberculosos.
El
saco de la pleura costal del lado derecho encerraba cerca de dos vasos de agua
de un color cetrino.
El
pulmón derecho estaba ligeramente comprimido por efecto del derramamiento, pero
su parénquima estaba en estado natural. Ambos pulmones tenían un color natural.
La membrana más compuesta o mucosa de la traque-arteria y de los bronquios
estaba bastante roja y envuelta en cantidad de pituita espesa y viscosa.
Muchos
de los ganglios bronquiales y del mediastino estaban un poco abultados, casi
deteriorados y en supuración.
El
pericardio estaba en estado normal 6 naturales y contenía una onza de agua de
un color cetrino. El corazón, un poco más voluminoso que el puño del individuo,
presentaba, aunque sano, bastante grasa en su base y en sus surcos. Los
ventrículos aórtico y pulmonar y las aurículas correspondientes estaban en
estado regular, pero pálidos y enteramente vacíos de sangre. Los orificios no
presentaban ninguna lesión notable. Los grandes vasos arteriales y venosos
próximos al corazón estaban vacíos y generalmente en estado natural o normal.
El
abdomen presentó lo que sigue: dilatación del peritoneo producida por una gran
cantidad de gas.
Trasudor
ligero transparente y difluente que revestía en toda su extensión las dos
partes ordinariamente contiguas de la superficie interna del peritoneo.
El
omento mayor estaba en estado normal.
El
bazo y el hígado, endurecidos, estaban muy voluminosos y cargados de sangre, la
tela del hígado de un rojo moreno no presentaba por lo demás ninguna alteración
notable de estructura. Una bilis en extremo espesa y grumosa llenaba y dilataba
la vesícula biliar. El hígado, que estaba afectado de hepatitis crónica, se
hallaba unido íntimamente por su superficie convexa al diafragma; la adherencia
era fuerte, celulosa y antigua, y ce prolongaba en toda su extensión. La
superficie cóncava del lóbulo izquierdo adhería inmediata y fuertemente a la
parte correspondiente del estómago, sobre todo a lo largo de la corvadura menor
de este órgano, como también ni omento menor. En todos estos puntos de contacto
estaba el lóbulo notablemente grueso, hinchado y endurecido.
El
estómago pareció a lo pronto en un estado de los más sanos, sin señal alguna de
irritación o de flogosis y la membrana peritoneal se presentaba bajo las
mejores apariencias. Pero examinando este órgano con cuidado, descubrí en la
superficie anterior, hacia la corvadura menor y a unos tres dedos del píloro,
una ligera obstrucción como esquirrosa muy poco extendida y exactamente
circunscrita. El estómago estaba horadado de parte a parte en el centro de este
pequeño endurecimiento, y esta abertura estaba cubierta por la adherencia de
esta parte al lóbulo izquierdo del hígado.
El
volumen del estómago era mucho más pequeño de lo que es ordinariamente. Al
abrir esta víscera a lo largo de su corvadura mayor, hallé que una parte de su
capacidad estaba ocupada por una cantidad considerable de materias débilmente
consistentes, mezcladas con mucha flema, y de un color semejante al de las
heces del café. Retiradas estas, se halló la membrana más compuesta o mucosa
del estómago en su estado normal desde el pequeño hasta el grande recodo de
esta víscera, siguiendo su corvadura mayor. Casi todo el resto de la superficie
interna de este órgano estaba ocupado por una úlcera cancerosa que tenía su
centro en la parte superior, a lo largo de la corvadura menor del estómago,
mientras que las bordes irregulares y picoteados de su circunferencia se
extendían atrás y adelante de esta superficie interior, y desde el orificio del
cardias hasta una buena pulgada del píloro. La abertura redonda y horadada en declive
oblicuamente con daño de la superficie interna de la víscera apenas tenía
cuatro o cinco líneas de diámetro en lo interior y dos líneas y media lo mas en
lo exterior; su borde circular en esta parte, era delgado en extremo, estaba
ligeramente dentellado, negruzco, y formado solamente por la membrana
peritoneal del estómago. Una superficie ulcerosa pardusca y lisa formaba en lo
demás las paredes de esta especie de canal, que hubiera establecido una
comunicación entre la cavidad del estómago y la del abdomen, si no se hubiese
opuesto la dicha adherencia del hígado. La extremidad derecha del estómago, a
una pulgada de distancia del píloro; estaba rodeada de una obstrucción, o más
bien, de un endurecimiento esquirroso anular, ancho de algunas líneas. El orificio
del píloro estaba en un estado perfectamente normal. Los bordes de la úlcera
presentaban notables hinchazones fungosas, cuya base dura, gruesa y esquiriosa
se extendía también a toda la superficie ocupada por esta cruel enfermedad. El
omento menor estaba encogido, hinchado, en extremo duro y degenerado: las
glándulas linfáticas de este pliegue peritoneal, las que están colocadas a lo
largo de las corvaduras de1 estómago y las inmediatas a los pilares del diafragma,
estaban en parte tumefactas, esquirrosas, y aun algunas en supuración.
El
tubo digestivo estaba dilatado por una gran cantidad de gas. En la superficie
peritoneal y en los pliegues perifonéales advertí algunas manchitas rojas de
dimensiones varias y bastante distantes una de otra. La membrana más compuesta
de este canal parecía hallarse en un estado natural. Una materia negruzca y muy
viscosa bañaba los intestinos gruesos.
El
riñón derecho estaba en estado normal; el del lado izquierdo estaba dislocado y
caído sobre la columna lombo-vertebral: era más largo y más estrecho que el
primero; por lo demás parecía sano. La vejiga vacía y muy encogida, contenía
una cantidad de arenillas mezcladas con algunos cálculos. Había numerosas
manchitas rojas, esparcidas en la membrana más compuesta o mucosa; las paredes
de este órgano estaban en estado normal. "
DISCUSIÓN DE LOS HALLAZGOS DE LA
AUTOPSIA
1.-
La descripción que nos refiere el Dr. Antommarchi sobre la apariencia de
Napoleón encaja con el de la Emaciación o Síndrome Consuntivo: “El Emperador había
enflaquecido tan considerablemente después de mi llegada a Santa-Helena, que no
abultaba la cuarta parte que antes.
La
cara y el cuerpo estaban pálidos, pero sin alteración ni aspecto cadavérico”.
En
los seres humanos, la apariencia física general de emaciación incluye un
adelgazamiento de las extremidades, parte superior del cuerpo y las nalgas a un
estado casi esquelético de aspecto con una aparente ausencia de grasa y el tono
muscular. La piel es delgada, seca y translúcido en algunas áreas del cuerpo,
hasta el punto de que las venas debajo de la piel son algo visible. La cara es
delgada; las cuencas de los ojos están hundidos, dando a los ojos una
apariencia abultada. El cuero cabelludo es huesuda con el cabello seco y
fulminante que le falta. En el torso, la clavícula, esternón y las costillas
son bastante pronunciadas, el estómago está hinchado, lo que indica malestar
gastrointestinal asociada con la depleción nutricional. La boca y la lengua
pueden ser excesivamente seco o húmedo con la lengua densamente cubierto, por
lo general hay una fuerte halitosis o mal aliento.
Las
enfermedades y trastornos asociados con emaciación son la malaria y el cólera,
la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas con fiebre prolongada,
infecciones parasitarias, muchas formas de cáncer y sus tratamientos, la
intoxicación por plomo, y trastornos de la alimentación como la anorexia
nerviosa.
Recurriendo
a la historia, sabemos que Napoleón estuvo en zonas donde de incidencia de
malaria como Egipto, en su juventud. Mas no se tienen referencias que haya
padecido de las fiebres típicas de la enfermedad.
Las
condiciones higiénicas igualmente hacían proclive a infecciones bacterianas o
parasitarias, como el cólera, el tifus o disentería. No se puede descartar que
el genio de las tácticas no haya padecido por lo menos de alguna de las dos
últimas en algunas de sus múltiples campañas militares, no obstante, son de
curso agudo, cuando no cursaban con mortalidad.
¿La
anorexia nerviosa? Queda completamente descartada como posibilidad, dado el ego
sobrealimentado que tenía.
En
las tuberías o cantimploras de campaña de la época, no era infrecuente que
usaran al plomo como material constitutivo, no obstante, Napoleón no acusó
síntomas de envenenamiento por plomo.
La
causas más probable de la consunción generalizada y progresiva, radicaría en un
proceso expansivo maligno o a una intoxicación por algún otro agente.
Un
dato importante dado por el médico nos orienta aún más a una potencial causa
tóxica: La Risa Sardónica. La Risa sardónica: (Del griego sardonios, de la isla
de Cerdeña, en donde crece en abundancia la sardonia o Ranúnculos sceleratus,
que provoca convulsiones) es el nombre de la enfermedad que deriva de la
aparición de las cejas arqueadas y una "sonrisa" abierta - que puede
aparecer malévola al observador laico - representada por aquellos que sufren de
estos espasmos musculares, y que generalmente, ha sufrido una intoxicación por
la sardonia (esta planta posee una facultad característica: si se come o se
degusta hace torcer la lengua y los labios hasta llegar a la muerte en una
horrible mueca. Tradicionalmente se ha considerado que su jugo aplicado en los
músculos de la cara los contrae, provocando una mueca que imita la risa,
"risa sardonia" o "risa sardónica", de donde deriva el
adjetivo "sardónico"), aunque igualmente se observa como un signo de
tétanos, el cual es producido por una infección bacteriana y cuyos síntomas
aparatosos eran bien conocidos por los médicos y profanos en el tema de salud,
quedando descartada. La risa sardónica también puede ser causada por el
envenenamiento con estricnina.
En
el año 2009, científicos de la Universidad del Piamonte Oriental en Italia
afirmaron haber identificado hemlock filipéndula agua como la planta
históricamente responsables de la producción de la sonrisa sardónica. Esta
planta es el candidato más probable para la "hierba sardónica", que
era una planta neurotóxico utilizado para la matanza ritual de las personas
mayores en la en prerromana Cerdeña.
2.-
La estatura de Napoleón según la autopsia rondaba los 1,68 metros, el apelativo
de “Bajito” o “Enano” fue un error de apreciación, dada las diferencias entre
las pulgadas francesas y británicas que aún en la actualidad, no se han
uniformizado. El caso es que Napoleón tenía la media de altura de la época, y
las confusiones sobre su estatura pueden provenir de una transformación errónea
de sus medidas. Según consta en las Memorias de su ayuda de cámara Constant,
Napoleón medía «cinco pies, dos pulgadas y tres líneas» (168,5 cm.) y el
general Gaspard Gourgaud, quien lo midió el día 8 de septiembre de 1815 a bordo
del Northumberland, apuntó en el «Journal de Saint-Hélène» una talla de «cinco
pies y dos y media pulgadas» es decir 169,2 cm. En el certificado de defunción
de Napoleón, aparece una talla de 1,68 metros.
En
definitiva, los historiadores sugieren que aunque Napoleón medía
aproximadamente 1,70 metros en una época en que la estatura promedio de los
franceses era de 1,69 , al aparecer siempre en compañía de la Guardia Imperial,
eso podría haber contribuido a la imagen de que era más bajo debido a que la
Guardia Imperial tenía una estatura superior a la media (los requisitos físicos
de un Guardia Imperial eran estar sanos para luchar, no tener una edad inferior
a 25 años de edad y tener una estatura
superior a 1,78 metros, lo cual era una gran estatura para la época, a ello
debemos sumarle los 50 centímetros que medía aproximadamente el morrión de piel
de oso que usaban sobre sus cabezas, lo que les daba una figura imponente). Una
posible explicación de su fama de "chaparro" es que solía hacer
sobremesa y embriagarse con soldados de bajo rango. Así adquirió fama de ser un
comandante bajo, es decir, de baja categoría. Lo anterior fue utilizado por los
ingleses para hacerle contra propaganda de ser un general de "poca
estatura".
3.-
“El saco que forma la pleura costal del lado izquierdo, contenía cerca de un
vaso de agua de un color cetrino”… ¿Una afección tuberculosa? ¿Una irritación
metastásica?...sigue el doctor Antommarchi: “Le disequé con cuidado y hallé el
lóbulo superior salpicado de tubérculos y de algunos hoyitos tuberculosos”… ¿Podemos
ya inferir que el Emperador que asoló Europa murió de tuberculosis? No, puesto
que el grado de destrucción de los pulmones estuvo ausente (“pero su parénquima
estaba en estado natural”), además, sus cuidadores no mencionaron una
hemoptisis (expectoración sanguinolenta) profusa que haya provocado un colapso
circulatorio (“La membrana más compuesta o mucosa de la traque-arteria y de los
bronquios estaba bastante roja y envuelta en cantidad de pituita espesa y
viscosa”). Como en la Europa de aquel entonces e igualmente en los países en
vías de desarrollo en la actualidad, el
bacilo tuberculoso se encuentra presente en todas las personas, de manera
latente o activa (“Muchos de los ganglios bronquiales y del mediastino estaban
un poco abultados, casi deteriorados y en supuración”), dependiendo de las
circunstancias.
¿Un
émbolo pulmonar? La clínica de esta patología es de curso agudo y no fue
referido por su séquito leal que acompañó a Napoleón a su exilio en Elba. En la
embolia pulmonar la respiración con frecuencia es muy rápida; la agitación
pueden ser pronunciadas y el aquejado puede manifestar los síntomas de un
ataque de ansiedad acentuada. Puede aparecer un dolor torácico agudo,
especialmente cuando la persona respira profundamente (dolor torácico
pleurítico). Los primeros síntomas también pueden ser mareos, desvanecimientos
o convulsiones; igualmente, las personas con oclusión de uno o más de los
grandes vasos pulmonares, pueden tener la piel de color azulada (cianosis) y
fallecer de repente, asimismo el infarto pulmonar produce tos, esputo teñido de
sangre, dolor torácico agudo al respirar y fiebre.
4.-
El informe de la autopsia refiere que “El bazo y el hígado, endurecidos,
estaban muy voluminosos y cargados de sangre, la tela del hígado de un rojo
moreno no presentaba por lo demás ninguna alteración notable de estructura
...El hígado, que estaba afectado de hepatitis crónica, se hallaba unido
íntimamente por su superficie convexa al diafragma; la adherencia era fuerte,
celulosa y antigua, y ce prolongaba en toda su extensión…En todos estos puntos
de contacto estaba el lóbulo notablemente grueso, hinchado y endurecido”.
La
insuficiencia cardiaca como causa de la hepatopatía queda eliminada, puesto que
no se encontró afección alguna en dicho órgano, salvo el derivado por la edad:
“El corazón, un poco más voluminoso que el puño del individuo, presentaba, aunque
sano, bastante grasa en su base y en sus surcos. Los ventrículos aórtico y
pulmonar y las aurículas correspondientes estaban en estado regular, pero
pálidos y enteramente vacíos de sangre. Los orificios no presentaban ninguna
lesión notable. Los grandes vasos arteriales y venosos próximos al corazón
estaban vacíos y generalmente en estado natural o normal”.
Un
carcinoma hepatocelular, entre uno de sus varios síntomas, cursa con una más
que aparatosa ictericia.
El
consumo de vino era de rigor y con frecuencia, por lo que la enfermedad
hepática alcohólica no era rara en aquel entonces y que desencadenaba en una
cirrosis hepática cuando el consumo era cotidiano. Los síntomas de la cirrosis
hepática dependen de la gravedad del daño hepático. En las fases iniciales, los
pacientes pueden estar asintomáticos. Progresivamente, el paciente se encuentra
cansado, sin energía, sin apetito, puede tener molestias digestivas y perder
peso y masa muscular. Cuando la enfermedad está avanzada, el paciente se
encuentra siempre enfermo, no puede llevar vida normal y aparecen, entre otros,
los siguientes síntomas: a) Ictericia. Coloración amarillenta de la piel por la
incapacidad del hígado de eliminar la bilirrubina de la sangre; b) Cambios en
la piel. Dilataciones vasculares, sobre todo en mejillas, tronco y brazos.
Además, puede aparecer enrojecimiento de las palmas de las manos y pulpejos de los dedos. Las uñas tienen un
tono más blanquecino; c) Retención de sal y agua. Acúmulo de líquido en las
extremidades inferiores (edemas) y en el abdomen (ascitis); d) Facilidad para
el sangrado. Al fallar el hígado, es frecuente el sangrado por las encías, por
la nariz y la aparición de hematomas con golpes suaves; e) Algunos pacientes
presentan hemorragias internas graves, sobre todo en el aparato digestivo por
rotura de varices en el esófago o el estómago. Estas hemorragias son graves,
pueden ser mortales y requieren ingreso en un hospital para su tratamiento; f)
Cambios en la conducta y en el nivel de consciencia. El hígado retira de la
sangre sustancias tóxicas para el cerebro. Si el hígado fracasa, estas
sustancias producen una intoxicación cerebral manifestada por insomnio
nocturno, somnolencia diurna, cambios en la conducta y en el humor y
desorientación y progresiva disminución del nivel de consciencia, que puede
llegar al coma. Esta complicación es grave y requiere ingreso hospitalario; g)
Cambios en la función sexual. Debido a cambios hormonales y a la desnutrición,
es frecuente la pérdida del deseo y la potencia sexual en los varones y de la
menstruación y de la fertilidad en las mujeres. Además, en los varones, pueden
producir aumento del tamaño de las mamas, a veces dolorosas; h) Desnutrición.
El hígado es muy importante en la absorción y aprovechamiento de los nutrientes
que ingerimos. Por ello, en fases avanzadas, los cirróticos se hallan
desnutridos y pierden mucha masa y fuerza muscular.
La
esteatosis hepática o hígado graso, se refiere a una amplia gama de
alteraciones del hígado, donde la alteración fundamental es la acumulación
excesiva de grasa (ácidos grasos y triglicéridos) en las células del hígado
(hepatocitos). La acumulación de grasa en los hepatocitos puede llevar a
inflamación hepática, con la posibilidad de desarrollar fibrosis y finalmente
terminar en un daño hepático crónico (o cirrosis hepática). Lo más frecuente es
que se deba al consumo de alcohol y es un factor que siempre debe considerarse
ante un paciente con hígado graso, sin embargo, en los últimos años se ha
reconocido que una gran parte de los pacientes con hígado graso no consumen
alcohol. Por lo tanto, se ha acuñado entonces el término hígado graso no
alcohólico (HGNA). El término "no alcohólica" se utiliza porque el
HGNA y la esteato-hepatitis no alcohólica (EHNA), determinan alteraciones del
hígado en muchos aspectos similares a las que se pueden ver en personas que
beben alcohol en forma excesiva, aunque ocurren en los individuos que no
consumen alcohol o lo hacen en cantidades mínimas. En una primera fase de la
enfermedad ocurre la acumulación de grasa sin producir inflamación en el tejido
hepático (no hay inflamación ni daños significativos del órgano). A ello se le
llama hígado graso simple (también se usa el término esteatosis hepática). La
presencia de grasa cambia en forma muy importante el aspecto y la función del
hígado, pudiendo ocasionar inflamación hepática. Cuando esta ocurre se da lugar
a la llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHNA). La trascendencia de la EHNA
radica en su potencial progresión hacia la cirrosis hepática, considerada una
etapa avanzada de la enfermedad. Las alteraciones propias del hígado graso no
alcohólico (HGNA) comienzan con el hígado graso simple, considerada la
anormalidad inicial en el HGNA. El hígado graso simple implica la sola
acumulación de grasa en las células del hígado sin la presencia de inflamación
o cicatrices en el órgano (fenómeno también llamado fibrosis hepática). La
grasa se acumula en gotas dentro de las células del hígado y se compone
principalmente de un tipo particular de grasa llamada triglicéridos. El hígado
graso simple es una condición (benigna) e inofensiva, que significa que por sí
mismo, no causa ningún daño significativo del hígado. La etapa siguiente en
grado de severidad en el espectro del HGNA es la esteatohepatitis no alcohólica
(EHNA). Afortunadamente, solamente una fracción pequeña de los pacientes con
hígado graso simple desarrollará EHNA. Según lo mencionado, la EHNA implica la
acumulación de la grasa en las células del hígado así como la presencia de
inflamación del hígado. Las células inflamatorias pueden dañar o destruir las
células del hígado (necrosis hepatocelular). Las evidencias sugieren que la
EHNA, en contraste con el hígado graso simple, no es una condición inofensiva.
Esto significa que la EHNA puede conducir en última instancia a que ocurran
cicatrices en del hígado (que resultan de la muerte de las células de este
órgano) y se progrese entonces a una fase avanzada e irreversible en la que el
hígado tiene extensas cicatrices, se endurece y no puede funcionar normalmente.
Ello corresponde a la cirrosis. La cirrosis causada por la EHNA es la última y
más severa etapa del HGNA. La cirrosis puede dar origen a complicaciones graves
que incluyen el cáncer hepático y pueden determinar la necesidad de un
trasplante. Aun no se conoce con exactitud la dinámica de progresión desde HGNA
simple a EHNA y de EHNA a cirrosis. Sin embargo, individuos que desarrollan
cualquiera de las tres etapas del HGNA (hígado graso simple, EHNA, o cirrosis)
poseen factores de riesgo comunes. El HGNA frecuentemente es asintomático,
infrecuentemente los pacientes pueden referir fatiga, malestar o incluso
sensación de pesadez en el cuadrante superior derecho del abdomen. Raramente
puede evidenciarse ictericia leve.
La
cirrosis y la esteatosis figuran como potenciales causas de los hallazgos en la
necropsia, mas no como los desencadenantes del deceso; pero podrían haber
actuado como factores contribuyentes en su precipitación.
5.-
El siguiente dato es revelador y no merece más explicación, pues encaja con una
brillante descripción de una patología neoplásica: “El estómago pareció a lo
pronto en un estado de los más sanos, sin señal alguna de irritación o de
flogosis y la membrana peritoneal se presentaba bajo las mejores apariencias.
Pero examinando este órgano con cuidado, descubrí en la superficie anterior,
hacia la corvadura menor y a unos tres dedos del píloro, una ligera obstrucción
como esquirrosa muy poco extendida y exactamente circunscrita. El estómago
estaba horadado de parte a parte en el centro de este pequeño endurecimiento, y
esta abertura estaba cubierta por la adherencia de esta parte al lóbulo
izquierdo del hígado…La abertura redonda y horadada en declive oblicuamente con
daño de la superficie interna de la víscera apenas tenía cuatro o cinco líneas
de diámetro en lo interior y dos líneas y media lo mas en lo exterior; su borde
circular en esta parte, era delgado en extremo, estaba ligeramente dentellado,
negruzco, y formado solamente por la membrana peritoneal del estómago. Una superficie
ulcerosa pardusca y lisa formaba en lo demás las paredes de esta especie de
canal, que hubiera establecido una comunicación entre la cavidad del estómago y
la del abdomen, si no se hubiese opuesto la dicha adherencia del hígado”.
Los
cánceres de estómago tienden a desarrollarse lentamente en un período de muchos
años. Antes de que se forme un verdadero cáncer, a menudo ocurren cambios
precancerosos en el revestimiento interno (mucosa) del estómago. Estos cambios
tempranos casi nunca causan síntomas y, por lo tanto, no se detectan.
Los
tumores cancerosos que comienzan en diferentes secciones del estómago podrían
producir síntomas diferentes y tienden a tener consecuencias diferentes. La
localización del cáncer también puede afectar las opciones de tratamiento. Por
ejemplo, los cánceres que se originan en la unión gastroesofágica son
clasificados y tratados de la misma forma que los cánceres de esófago. Un
cáncer que se origina en el cardias del estómago pero que está creciendo hacia
la unión gastroesofágica también se clasifica por etapas y se trata como un
cáncer de esófago.
Los
cánceres de estómago se pueden propagar (hacer metástasis) de varias maneras.
Éstos pueden crecer a través de la pared del estómago e invadir los órganos
cercanos. También pueden propagarse a los vasos linfáticos y a los ganglios
linfáticos adyacentes. Los ganglios linfáticos son estructuras del tamaño de un
fríjol que ayudan a combatir las infecciones. El estómago tiene una red muy
rica de vasos linfáticos y de ganglios. Cuando el cáncer del estómago se torna
más avanzado, puede viajar a través del torrente sanguíneo y propagarse a
órganos como el hígado, los pulmones y los huesos. Si el cáncer se ha propagado
a los ganglios linfáticos o a otros órganos, el pronóstico del paciente no es
tan favorable.
¿Todos
podemos desarrollar el cáncer de estómago? No, para ello se deben de presentar
ciertos factores de riesgo. Un factor de riesgo es cualquier factor que afecta
sus probabilidades de tener una enfermedad, como el fumar, la edad de la
persona o sus antecedentes familiares, etc.
Sin
embargo, los factores de riesgo no lo indican todo. Presentar uno o incluso
varios factores de riesgo no significa que dicha persona tendrá la enfermedad.
Además, muchas personas que adquieren la enfermedad pueden tener pocos o
ninguno de los factores de riesgo conocidos.
Algunos
científicos han encontrado que varios factores de riesgo hacen que una persona
sea más propensa a padecer cáncer de estómago. Algunos de estos factores de
riesgo se pueden controlar, pero otros no.
• El
cáncer de estómago es más frecuente en los hombres que en las mujeres.
• Las
tasas del cáncer de estómago en las personas de más de 50 años aumentan
bruscamente. La mayoría de las personas diagnosticadas con cáncer de estómago
se encuentran entre los 60 y 89 años de edad.
• El
cáncer de estómago es más común entre los hispanos, las personas de raza negra
y los asiáticos/isleños del Pacífico en comparación con las personas de raza
blanca que no son de origen hispano.
• El
cáncer de estómago es más común en Japón, China, Europa oriental y del sur y
América Central y del sur. Esta enfermedad es menos común en África occidental
y del sur, Asia Central y del sur, y Norteamérica.
• Las
infecciones con la bacteria Helicobacter pylori (H pylori) parece ser la causa
principal de cáncer de estómago, especialmente cánceres en la parte inferior
(distal) del estómago. La infección por mucho tiempo del estómago con este
germen puede conducir a inflamación (llamada gastritis atrófica crónica) y
cambios precancerosos del revestimiento interno del estómago.
Las personas con cáncer de estómago tienen una tasa
más alta de infección con H pylori que las personas que no tienen cáncer. La
infección con H pylori se asocia también con algunos tipos de linfoma de
estómago. Aun así, la mayoría de la gente que es portadora de este germen en el
estómago nunca desarrolla cáncer.
• Las
personas que han padecido cierto tipo de linfoma de estómago conocido como
linfoma de tejido linfático asociado con la mucosa (MALT) tienen un riesgo
aumentado de padecer adenocarcinoma del estómago. Probablemente esto se deba a
que el linfoma MALT del estómago es causado por una infección con la bacteria H
pylori.
• Un
riesgo aumentado de cáncer de estómago se ha visto en personas que llevan una
alimentación que contiene grandes cantidades de alimentos ahumados, pescado y
carne salada y vegetales conservados en vinagre. Los nitritos y nitratos son
sustancias que se encuentran comúnmente en las carnes curadas. Ciertas
bacterias, como la Helicobacter pylori, pueden convertir a los nitritos y
nitratos en compuestos que han demostrado que causan cáncer de estómago en
animales.
• El
hábito de fumar aumenta el riesgo de cáncer de estómago, particularmente para
los cánceres de la sección superior del estómago cercana al esófago. La tasa de
cáncer de estómago es alrededor del doble para los fumadores.
• El
sobrepeso o la obesidad es una posible causa de cánceres del cardias (la parte
superior del estómago más cercana al esófago), aunque todavía no está claro
cuán contundente es esta asociación.
• Los
cánceres de estómago son más propensos a originarse en las personas a las que
se les ha extraído parte del estómago para tratar enfermedades no cancerosas
como las úlceras. Esto puede deberse a que el estómago produce menos ácido, lo
que permite que haya más bacterias productoras de nitritos. El reflujo de la
bilis desde el intestino delgado hasta el estómago después de la cirugía podría
también contribuir al riesgo aumentado. Por lo general, estos cánceres se
desarrollan muchos años después de la cirugía.
• Ciertas
células en el revestimiento del estómago producen normalmente una sustancia
llamada factor intrínseco (IF) que necesitamos para la absorción de vitamina
B12 de los alimentos. Las personas que no tienen suficiente factor intrínseco
pueden tener una deficiencia de vitamina B12, lo que afecta la capacidad del
organismo de producir nuevos glóbulos rojos y puede también causar otros
problemas. A esta condición se le llama anemia perniciosa. Además de la anemia
(muy pocos glóbulos rojos), las personas con esta enfermedad presentan un mayor
riesgo de cáncer de estómago.
• En esta
afección el crecimiento excesivo del revestimiento del estómago causa grandes
pliegues en el revestimiento y esto causa bajos niveles de ácido estomacal.
Debido a que esta enfermedad se presenta en muy raras ocasiones, no se conoce
exactamente cuánto aumenta el riesgo de cáncer de estómago.
• Los
grupos de tipo de sangre se refieren a ciertas sustancias que normalmente están
presentes en la superficie de los glóbulos rojos y otros tipos de células.
Estos grupos son importantes para determinar la compatibilidad de la sangre en
las transfusiones. Por razones desconocidas, las personas con el tipo de sangre
A tienen un mayor riesgo de llegar a padecer cáncer de estómago.
• El
cáncer colorrectal hereditario sin poliposis (HNPCC), también conocido como
síndrome de Lynch es un trastorno genético hereditario que aumenta el riesgo de
cáncer colorrectal. Las personas con este síndrome también tienen un riesgo
aumentado de cáncer de estómago (así como de otros cánceres). En la mayoría de
los casos, este trastorno es causado por un defecto en el gen MLH1 o el gen
MSH2, pero otros genes pueden causar HNPCC, incluyendo MLH3, MSH6, TGFBR2,
PMS1, y PMS2.
• En este
síndrome, las personas tienen muchos pólipos en el colon, y algunas veces en el
estómago y los intestinos. Las personas con este síndrome tienen un riesgo
significativamente mayor de padecer cáncer colorrectal y tienen un riesgo
ligeramente mayor de padecer cáncer de estómago. Este síndrome es causado por
mutaciones en el gen APC.
• Las
personas que portan las mutaciones de los genes hereditarios del cáncer de
seno, el BRCA1 o el BRCA2, también pueden tener una tasa mayor de cáncer de
estómago.
• Las
personas con familiares de primer grado (padres, hermanos e hijos) que han
tenido cáncer de estómago tienen mayores probabilidades de desarrollar esta
enfermedad.
• Los
pólipos son crecimientos no cancerosos en el revestimiento del estómago. La
mayoría de los tipos de pólipos (como los pólipos hiperplásicos o pólipos
inflamatorios) parece que no aumentan el riesgo de una persona de padecer
cáncer de estómago, aunque los pólipos adenomatosos - también llamada adenomas
- algunas veces se pueden convertir en cáncer.
• El
virus de Epstein-Barr causa mononucleosis infecciosa (también llamada mono).
Casi todos los adultos han sido infectados con este virus en algún momento de
sus vidas, usualmente cuando eran niños o adolescentes. El EBV ha sido asociado
con algunas formas de linfomas. También se encuentra en las células cancerosas
de aproximadamente 5% a 10% de las personas con cáncer de estómago. Estas
personas suelen tener un cáncer de crecimiento más lento, menos agresivo con
una tendencia más baja de propagación. El EBV ha sido encontrado en algunas
células cancerosas del estómago, pero aún no está claro si este virus en
realidad causa cáncer de estómago.
• Los
trabajadores en las industrias de carbón, metal y hule (goma) parecen estar a
un mayor riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
• Las
personas con CVID tienen un riesgo aumentado de cáncer de hígado. El sistema
inmunológico de una persona con CVID no puede producir suficientes anticuerpos
en respuesta a los gérmenes. Las personas con CVID sufren de infecciones
frecuentemente, así como de otros problemas, incluyendo gastritis atrófica y
anemia perniciosa. También tienen más probabilidad de padecer linfoma gástrico
y cáncer de estómago.
Todavía
queda una interrogante: ¿Qué provocó el cáncer de Napoleón Bonaparte? A pesar
de la predisposición genética que Connelly sugiere, Genta señala que nadie
puede precisar qué fue exactamente lo que mató al padre y a la hermana de
Napoleón. Genta agregó que, con base en los informes de la autopsia, es
imposible determinar de manera concluyente que el tumor que mató al padre del
emperador fuera canceroso.
Además,
no se practicó la autopsia a ninguno de los hermanos de Napoleón, de modo que
el diagnóstico de cáncer gástrico en el caso de Paulina es dudoso. Según Genta,
la lesión de Napoleón apunta a una infección crónica causada por Helicobacter
pylori, una bacteria que puede causar inflamación estomacal e incrementar las
probabilidades de desarrollo de cáncer gástrico.
Es
probable, también, que la dieta de un soldado del siglo XVIII -carente de
carnes, frutas y verduras frescas- incrementara el riesgo aún más. El
historiador Connelly concuerda en que posiblemente la alimentación tuvo algo
que ver. "La dieta no era muy buena en aquellos días. En esencia, comían
lo que tuviera buen sabor", afirma.
Sin
embargo, la dieta de Napoleón era mejor que la del promedio. Según Connelly,
durante las campañas militares "sin duda él comía más alimentos frescos
que los soldados comunes. Sus subordinados podían conseguirle pollo fresco o lo
que fuera".
Además,
el emperador no se destacaba por su glotonería, añadió Connelly. "Napoleón
era bastante frugal. Incluso mezclaba el vino con agua. Y se sabe que comía de
pie en apenas 15 minutos. Fue el -multitareas- original''. Sin importar la
causa del supuesto cáncer de Napoleón, sus enemigos no tenían que preocuparse
de que volviera al poder.
El
autor del estudio señaló: "Este análisis sugiere que, aun cuando le
hubieran puesto en libertad o hubiera escapado de la isla, su enfermedad
terminal habría impedido que tuviera un papel ulterior en el teatro de la historia
europea". "Aunque recibiera tratamiento hoy en día, habría muerto en
menos de un año".
6.-
Como dato curioso aportado por el investigador, tenemos a la descripción de los
datos aportados por una disciplina médica que cayó a los pocos años en desuso,
la frenología, fue usado igualmente por el médico para tratar de explicar la
conducta de Napoleón. La frenología (del griego: fren, "mente"; y
logos, "conocimiento") es una antigua teoría que afirmaba la posible
determinación del carácter y los rasgos de la personalidad, así como las
tendencias criminales, basándose en la forma del cráneo, cabeza y facciones.
Desarrollada alrededor del 1800 por el neuroanatomista alemán Franz Joseph
Gall3 y extremadamente popular durante el siglo XIX; hoy en día es considerada
una pseudociencia. Ha merecido, sin embargo, cierto mérito como protociencia
por su contribución a la ciencia médica con su idea de "El cerebro es el
órgano de la mente", y que ciertas áreas albergan funciones
específicamente localizadas. Sus principios establecían que el cerebro es el
órgano de la mente, y que este posee un conjunto de facultades mentales; cada
una representada particularmente por una parte diferente u "órgano"
del cerebro. Estas áreas eran consideradas proporcionales a las propensiones
individuales de la persona y de sus facultades mentales. Las diferencias entre
las distintas áreas estarían reflejada en la forma exterior del cráneo.
CONCLUSIÓN:
Después
del escrutinio de esta investigación histórica, no se aciertan pruebas de intoxicación
con arsénico, como podría ser una hemorragia dentro del corazón. En cambio, se hallaron
sólidas evidencias de un cáncer gástrico: merma de peso acelerada y el estómago
lleno de una sustancia granulosa que sugiere una hemorragia gastrointestinal
por la úlcera descrita, además claro está, de la tumoración referida.
Fuente:
Los
Últimos Momentos de Napoleón, del Dr. Francesco Antommarchi.
http://en.wikipedia.org/wiki/Owen_Connelly
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