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Mostrando entradas de mayo, 2015

LA CREACIÓN DE LA MUJER

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LA CREACIÓN DE LA MUJER El sexto día estaba ya por culminar, mas Dios aún seguía afanoso en su obrar, después de haber creado al hombre y las demás criaturas, le tocaba el turno a la mujer. Uno de sus siempre serviciales ángeles se le acercó y le dijo: ·         Padre, ¿Por qué dedicas tanto tiempo a esta criatura? ·         ¿Has visto mi Hoja de Especificaciones para ella?, le respondió, fíjate bien:  Debe tener más de 200 piezas movibles, todas cambiables y ser capaz de funcionar con una dieta basada en cualquier cosa. Tener un regazo lo suficientemente amplio que pueda acomodar cuatro niños al mismo tiempo. Y debe ser capaz de dar besos que puedan curar desde una rodilla raspada hasta un corazón roto. Y todo esto tendrá que hacerlo sólo con dos manos. El ángel se maravilló de los requisitos. ·         Solamente dos manos y todas esas tareas… ¡Imposible!...Pero padre, ya es demasiado trabajo para un día, espera hasta mañana para terminarla. ·

MALFORMACIONES CONGÉNITAS

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TIFOIDEA

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¿QUIÉN FUE EL PRIMER DIOS EN LA MITOLOGÍA GRIEGA?

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¿QUIÉN FUE EL PRIMER DIOS EN LA MITOLOGÍA GRIEGA? ABSOLVIENDO PREGUNTAS DEL INBOX Según los relatos del poeta griego Hesíodo, en un principio sólo existía el Caos, antes que el resto de los dioses y fuerzas elementales, es decir, es el estado primigenio del cosmos infinito. Después emergió Gea - la tierra - surgida del Tártaro – profundidad tenebrosa - y Eros (el amor), elemento primordial que no hay que confundir con Eros o Cupido, hijo de Afrodita. Del Caos por la acción de Eros surgieron Erebos - las tinieblas -, cuyos dominios se extendían por debajo de Gea, y Nyx - la oscuridad o la noche -. A su vez, Erebos y Nyx originaron a Eter y Hemera, que representaron respectivamente la luz celeste y terrestre. Con la luz, Gea cobró personalidad y comenzó a engendrar por si sola. Es así como surgió Urano - El Cielo Estrellado - . También produjo las altas montañas. Urano contempló a su madre desde las elevadas cumbres y derramó una lluvia fértil sobre ella, naciendo as

EL VISITANTE

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EL VISITANTE ¡Por fin el traslado a mi nuevo departamento había concluido! Constaba de dos pisos, con un dormitorio pequeño, sencillo y acogedor; una pequeña salita de estar, su baño con tina de mármol adosada a una de las paredes, una menuda cocina y un tragaluz reducido a su mínima expresión por el cual ingresaban tímidos y mustios los rayos crepusculares del sol. Lo que más me encantaba de mi nuevo alojamiento, era que estaba construido a la usanza antigua, paredes de quincha, techo y pisos de madera reforzados por vigas del mismo material, al igual que la única escalera que interconectaba ambos pisos. Unos amplios ventanales que daban a la arteria principal de este distrito, me permitían ver desde  la comodidad de mi cama del segundo piso, o desde la salita de estar en el primero, a todo el tráfico humano y vehicular de mis conciudadanos. Bordeaban ya las once de la noche, me estaba secando el cabello y el cuerpo después de haber tomado un delicioso baño con agua fría qu

LA NOVIA DE LA MUERTE

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LA NOVIA DE LA MUERTE En una cabaña al final de un pequeño pueblo vivía una hermosa joven que no tenía marido, ni padre, ni madre, ni hermanos, ni parientes: todos habían muerto.; y nadie iba a visitarla, y ella no visitaba a nadie. Una tarde, un apuesto vagabundo llegó hasta su casa, abrió la puerta e implorante le dijo: “Soy un vagabundo, y he estado en regiones lejanas. Me gustaría descansar aquí; no puedo ir más lejos”. La doncella respondió: “Quédate aquí. Yo te proporcionaré un colchón sobre el cual dormir y, si quieres, también bebida y vituallas”. Cuando llegó la hora de acostarse, exclamó dichoso y aliviado el vagabundo: “Una vez más, vuelvo a dormir bajo un techo... ¡Hace tanto tiempo desde la última vez…!”. “¿Cuánto?”, preguntó intrigada la muchacha. “Querida doncella”, respondió él, “yo sólo duermo una semana cada cien años”. La muchacha se rió, y dijo: “Bromeas, ¿no? Sin duda eres un simpático mentiroso”. Pero su invitado no le respondió, pues y

LA DONCELLA Y EL CÓNDOR

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LA DONCELLA Y EL CÓNDOR En un pequeño pueblo del altiplano del Perú, habitaba un hombre que profesaba un gran amor por su hija, la cual le acompañaba en sus tareas diarias, sobre todo cuando iba a alimentar a los animales de su establo. Como es habitual desde tiempos pretéritos, la muchacha se convirtió en una hermosa doncella, por lo que comenzó a recibir las visitas de un apuesto joven, quien siempre vestía camisa blanca, traje negro y sombrero del mismo color, y con el tiempo se hicieron buenos amigos. Un día, mientras los animales pastaban plácidamente por el campo, el muchacho que se había convertido en su asiduo acompañante, le pidió a la joven que lo levantase y lo lanzase al aire, y que luego sería él quien la lanzase a ella. Ante la sorpresa de la muchacha, cuando le tocó el turno a ella de ser lanzada al aire, ésta consiguió remontar el vuelo, oportunidad que el extraño joven aprovechó para llevarla a su nido, ya que el muchacho no era tal, sino un cóndor que había

DISERTACIÓN SOBRE LA MUERTE

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DISERTACIÓN SOBRE LA MUERTE Dos días atrás estuve conversando con una muy querida amiga mía que profesa una determinada religión, sobre ciertos asuntos dialécticos, y entre otros temas, me hizo una pregunta puntual respecto a mis creencias sobre la muerte, no en mi opinión como médico, sino como persona creyente. Le respondí que el hecho de ser médico, no me eximía de creer que la muerte es sólo una transición en la búsqueda de la perfección, que profesaba una religión y que gracias a ella había entendido que soy un instrumento de un ser superior, llamado Dios, y me explayé en otros asuntos espirituales y filosóficos, no obstante esta explicación que le di, sólo sirvió para un debate acalorado mayor, tras lo cual quedé en subir un artículo sobre el tema. Espero que lo plasmado a continuación no genere otro círculo infinito de sucesivas discusiones redundantes en la que ambos defendamos ardorosamente nuestras creencias…pero debo confesar no sin cierta culpabilidad, que me encan

EL DESPENADOR

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EL DESPENADOR Bordeaba los cinco años de edad cuando mi abuelita materna  Rosalía, por medio de señas apremiantes, me pidió acercarme donde se encontraba ella, sentada en una inveterada butaca elaborada de recio cedro, tapizado a su vez con una lona gruesísima como las usadas en el velamen de los navíos de propulsión eólica; a este viejo armatoste lo había ubicado estratégicamente cerca a la puerta del corral para aprovechar la tibieza de los rayos matinales,  que irradiando su luz pletórica le iluminaba su rostro trigueño ajado por los mil sacrificios y desvelos que había sufrido hasta muy entrada su madurez, sacrificios necesarios para proveer del sustento a su numerosa prole, hoy, menguada y reducida a su mínima expresión producto de las vicisitudes de la vida o de los zarpazos que la muerte agazapada enviaba furtivamente. Presuroso y solícito me acuclillé frente a ella, más intrigado que curioso. Ella se caló esos lentes que poco le servían  ya para la lectura, debido a

LA VIEJECITA Y SUS PAJARILLOS

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LA VIEJECITA Y SUS PAJARILLOS (Un cuento corto escrito por mi madre, Rita Mendo Chávez de Zapata) En lo profundo de la serranía de nuestro territorio, existía un pequeño pueblito minero como muchos; allí vivían en una sencilla pero muy limpia casita, una viejecita con sus cuatro hijos, todos estos eran unos muy esforzados mozalbetes que trabajaban en las profundidades de los socavones extrayendo minerales de las entrañas del cerro. Muy temprano ellos se alistaban para ir al trabajo, mientras que la viejecita se les había adelantado en madrugar para prepararles su almuerzo, pues para ella sus hijos eran el mejor tesoro que Dios le había regalado. Cuando los chicos salían rumbo a sus labores, se paraban en la puertecita hecha de toscos maderos y le pedían: “Madre, su bendición” Y ella les respondía: “Que Dios les cuide a todos, mis lindos pajaritos” Y con mucho cariño iba depositando un beso en la frente de cada uno de ellos. Pero la felicidad no duró muc

EL ALOE VERA (SÁBILA)

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EL ALOE VERA (SÁBILA) El aloe vera (llamado a menudo sábila) produce dos sustancias, un gel y un látex, que se usan para los medicamentos. El gel de aloe es la sustancia transparente, como gelatina, que se encuentra en la pulpa de las hojas de la planta de aloe. El látex de aloe se obtiene de justo debajo de la piel de la planta y es de color amarillo. Algunas sustancias químicas en el gel de aloe parecen ser capaces de aumentar la circulación en los pequeños vasos sanguíneos en la piel y además matar las bacterias. Juntos, esto efectos sugieren que el gel de aloe podría ser eficaz para acelerar la cicatrización de las heridas. Pero es demasiado pronto para llegar a esta conclusión. Las pruebas que hay son contradictorias. Hay un estudio que sugiere que el gel de aloe podría en realidad retrasar la cicatrización de las heridas. Algunas personas toman el látex de aloe por vía oral, generalmente para el estreñimiento. Menos a menudo, el látex de aloe se usa por vía oral pa