EL INFORME REKERS: LA INVESTIGACIÓN QUE FRENÓ LA ADOPCIÓN DE NIÑOS POR PARTE DE PAREJAS GAY EN FLORIDA.

EL INFORME REKERS: LA INVESTIGACIÓN QUE FRENÓ LA ADOPCIÓN DE NIÑOS POR PARTE DE PAREJAS GAY EN FLORIDA

En el mes de octubre del año 2004, el Estado de Arkansas examinaba una política estatal que impedía entregar niños en adopción a parejas de homosexuales. El experto que debía hablar en defensa de esta norma del Estado era el Dr. George A. Rekers, profesor de Neuropsiquiatría de Ciencias del Comportamiento de la Universidad de Carolina del Sur.

Rekers preparó un informe de 75 páginas sobre la documentación científica que muestra las diferencias entre las parejas homosexuales y las heterosexuales y el impacto que tiene en los niños el criarse en hogares homosexuales. Defendiendo la postura a favor de la adopción estaba la abogada Leslie Cooper, en nombre de la asociación laicista y pro-gay ACLU.

Para asombro de todos, la abogada del Estado, Kathy Hall, no dejó que Rekers presentara este material... ¡que debía defender precisamente la postura del Estado! Le impidió presentar todos los datos sobre porcentajes de pedofilia en población homosexual, porcentajes de sida, de violencia doméstica entre homosexuales y de desórdenes psiquiátricos entre homosexuales.

De todo el material científico recopilado, la abogada del Estado sólo usó un 20%. Y el Estado de Arkansas perdió el juicio, por supuesto, abriendo la puerta a la entrega de niños en adopción a parejas gay en este estado.

¿Cuál fue el motivo para que la abogada Hall cometiera esta omisión deliberada?

Después de este juicio se ha sabido que la abogada Kathy Hall es socia activa del Proyecto Lesbiana y Gay (ACLU), que colabora con servicios legales gratuitos con el ACLU y en el 2005 formó equipo con la que había parecido su adversaria -pero era compañera en ACLU- Leslie Cooper, asesorando otro caso homosexual en Arkansas. Es decir, la abogada del Estado en realidad estaba a servicio de quienes demandaban al Estado, de la ACLU.  El juez siguió la corriente a ACLU y consideró que el doctor Rekers era un "testigo sospechoso" que "estaba allí principalmente para promover su propia ideología".

El gran pecado de este doctor y profesor universitario de neuropsiquiatría era -como no se cansa de repetir la web de ACLU- ¡ser cristiano! Más aún, era ministro ordenado de la Convención de Baptistas del Sur. El mismo año 2004, el doctor Rekers usó su informe para un caso similar (Lofton contra el Departamento de Infancia de Florida) y el equipo multidisciplinar que promovía la adopción en pareja heterosexual ganó: Florida mantuvo la prohibición de entrega en adopción de niños a hogares gay. También los Boy Scouts usaron parte de la argumentación científica recogida por Rekers ante el Tribunal Supremo y ganaron un caso similar.

Lo que presentaré a continuación, es un sumario abreviado del informe de Rekers, sumario escrito en 2005. Ha sido traducido gentilmente al español por Manuel Serrano Gil, médico internista, master en Investigación Clínica de la Universidad de Pittsburgh, EEUU y médico de la Dirección General de Calidad e Investigación de la Comunidad Autónoma de Murcia.

Sumario: Una base racional para la regulación en Arkansas

Por George A. Rekers, Ph.D., Professor, University of South Carolina

Hay al menos tres razones principales por las que la prohibición de la adopción de niños por homosexuales tiene una fundamentación racional:

A) La estructura y forma de vida de una pareja homosexual expone a los niños adoptados en un nivel de stress mucho mayor que el que se vive en una pareja heterosexual. Como es sabido, los niños entregados en adopción son mucho más vulnerables de por sí al stress, pues normalmente proceden de familias rotas, han sufrido en ocasiones abusos y tienen una carencial emocional muy grande.

Por otra parte, se sabe que la frecuencia de depresión, ideas suicidas, alteraciones del comportamiento y abuso de alcohol y drogas es mucho más frecuente entre las parejas homosexuales que las heterosexuales. Como consecuencia, la adopción por homosexuales empeoraría el stress de unos niños que ya son más susceptibles a problemas psicológicos que el resto de niños de su edad.

B) Las uniones homosexuales son mucho más inestables y más cortas que las heterosexuales, por lo que sería mucho más frecuente que se interrumpiera la adopción o esta fracasase. Se sabe que los cambios de una familia o casa a otra, afectan mucho a los niños adoptados, que sufren psicológicamente.

En otros estudios se estima una duración media de dieciocho meses en una unión homosexual, lo que no garantiza una estabilidad, necesaria para el bienestar del menor.

C) La estructura de una unión homosexual hace que el niño carezca de todas las aportaciones positivas que sólo están presente en las uniones heterosexuales

La pareja homosexual no puede aportar el modelo de padre y madre necesario para el desarrollo psicológico normal del niño, el significado de la relación marido-mujer

A continuación el Dr. Rekers, expone estos tres puntos de una forma más ampliada:

A) La estructura y forma de vida de una pareja homosexual expone a los niños adoptados en un nivel de stress mucho mayor. Esta situación es fácilmente evitable, simplemente prohibiendo la adopción.

a) Los niños en adopción están sometidos a un stress mayor que otros niños de su edad. Los eventos que contribuyen a tal situación, son: separaciones de los padres biológicos y hermanos, carencias afectivas, maltrato físico y emocional, abuso sexual, fallecimiento de los padres, adaptación a unos nuevos tutores-guardadores puestos por la Administración, una nueva casa, un nuevo vecindario, una nueva escuela. Por todas estas situaciones, entre el 50% y el 80% de estos niños tienen problemas psicológicos y mentales, a veces heredados de los padres genéticamente.

El problema psicológico más importante es el conocido como Desajuste o Desequilibrio, que ocurre cuando el niño sufre más stress del que puede soportar, produciéndole a la larga, problemas de depresión, ansiedad, alteraciones de conducta y emocionales. Esta situación de desajuste se vería empeorada ante la adopción por una pareja homosexual

b) Las parejas homosexuales tienen más problemas psicológicos y de adicción a drogas, lo que expone al niño a un mayor stress. Es fácil de entender que cuando mejor sea la salud física y mental de los padres adoptantes, mejor va a ser para el niño adoptado. Precisamente para compensar el problema de desajuste del niño, una buena salud mental de los padres adoptantes es clave.

Sin embargo los homosexuales tienen una frecuencia mayor que los heterosexuales de problemas psiquiátricos y físicos como SIDA, sífilis, abuso de drogas. En el mayor estudio de este tipo realizado en el Reino Unido, en más de 2000 personas, publicado en el 2003, se observó que cerca del 70% de los homosexuales y bisexuales tenían un problema mental, frente al 30% de los que eran heterosexuales. En numerosos estudios (Wichstrom and Hegna, 2003) se ha visto cómo el comportamiento homosexual era un predictor de riesgo de suicidio entre adolescentes, siendo el doble de frecuente entre jóvenes homosexuales que entre heterosexuales (Rusell and Joyner, 2001).

Las mujeres homosexuales reúnen con frecuencia los criterios de adicción al alcohol (Cochran 2000), entre varones homosexuales el uso de anfetaminas es más frecuente (Copeland, 2001), el uso de éxtasis tiene el doble de frecuencia (Boyd, 2003), asimismo, los problemas con la policía, conducir en estado de ebriedad, las pérdidas de memoria (Mc Cabe, 2003), están a la orden del día. Como reconoce la CDC (Centro para control de enfermedades de Atlanta), la depresión, la adicción a drogas y alcohol y la violencia, más frecuente entre los homosexuales, les hace más vulnerables a ser incapaces de seguir las medidas de protección para prevenirse del contagio del VIH-SIDA.

“¿Qué tipo de soporte, educación y apoyo puede dar esta población a un niño que ya de por sí tiene problemas? Los hijos de padres depresivos tienden a ser depresivos, los hijos de padres que beben, suelen tener problemas de disciplina y de alcohol a llegar a adultos” (Di Lauro, 2004)

c) La mayoría de la población en Estados Unidos rechaza la unión homosexual (cerca del 60% la ven como totalmente errónea).

Esta situación, que se da también en la gran mayoría de los países, hace que los hijos de parejas homosexuales sufran la discriminación e insultos de sus compañeros en clase, y de la sociedad en general.

Se produce un miedo por parte del menor a hablar de su familia, con una disminución de la vida social por el rechazo percibido. Aunque esta situación sea algo no deseable, es una realidad y supone un stress añadido para el niño en adopción.

B. Las uniones homosexuales duran menos y son menos estables que las heterosexuales. Son además menos capaces de proveer de una situación psicológica estable para el hogar. Las parejas homosexuales tienen una media de tres veces más contactos sexuales que las parejas heterosexuales.

Se ha estimado en una media de dieciocho meses la duración de la relación homosexual. Una razón más para evitar este tipo de adopción es para proteger a los niños adoptados de ser abusados o molestados sexualmente. En un estudio (Tomeo 2001), se observó que en una comparación, el 46% de los gay habían abusado en algún momento de un menor, frente al 7% de los varones heterosexuales. Además los homosexuales tienen una media de tres veces más contactos que los homosexuales, por lo que las posibilidades de abuso son mayores

C) La estructura familiar homosexual depriva a los niños de características positivas que sólo están presentes en las familias heterosexuales.

Entre las razones que argumentan los que están a favor de la adopción por homosexuales, figuran que cambiar pañales, llevar el niño a la escuela, o dar de comer al niño, tiene poco que ver con la orientación sexual de los padres.

Pero la estructura familiar sí es importante. Por eso, de hecho, se niega la capacidad de adoptar por ejemplo, a una pareja heterosexual recién casada en la que ambos tienen sólo dieciocho años, a pesar de que cuentan con las energías físicas y la juventud, pero les falta la garantía de estabilidad de la unión que sólo lo da los años.

Los padres que juegan con sus hijos serán después más comprensivos con los sentimientos y emociones de éstos, lo que hace los hijos ser más equilibrados en sus relaciones sociales y menos agresivos en la escuela (Hart, 1998). La influencia de los compañeros a que consumieran drogas quedó muy disminuida por la cercanía del hijo con su padre, con un vínculo mayor para el padre que para la madre. (Dorius, 2004).

El papel de padre en la familia está normalmente más orientado a la acción, a establecer las normas o límites de lo que se debe o no hace, en contraste con la función más expresiva y de soporte emocional de la madre. En algunos estudios se ha visto que el papel del padre en la identificación con el propio género es incluso mayor para el padre, al asumir normalmente éste el papel de enseñar a los hijos cual es el papel de éstos en la sociedad.

En un estudio longitudinal de Heatherington (1972), se encontró que las niñas que crecían sin la figura del padre por fallecimiento, eran tímidas en el trato con adolescentes de su edad, mientras que las chicas cuyo padre se marchó de casa por separación o divorcio, fueron muy activas sexualmente durante la adolescencia, con altas tasas de embarazo no deseado.

En 1995, Blankenhorn observó que para las chicas que no tienen una relación de amor y afecto estable con el padre, creerán que la única relación posible con los hombres será bajo una visión utilitarista, de explotación mutua, con mayor número de contactos sexuales, evitando el compromiso.

Young en 1995, observó que cuando los padres muestran un comportamiento autoritario pero al mismo tiempo buscan el diálogo con los hijos para hablar de sus problemas, éstos tenían un mayor nivel de satisfacción, por el hecho de sentir que "le importan" a su padre, frente a aquellos padres que no corrigen a sus hijos por comodidad o temor a no hacerse querer.

c1) Las contribuciones únicas de la madre al desarrollo de los hijos

En una revisión en el 2003 de Ishii-Kuntz, se encontró que mientras que para los padres el papel que ellos entendían que debían asumir era el de jugar con sus hijos, el de las madres era más el de "estar atentas" y realizar las tareas de bañarlos, cambiarlos de ropa, hacer los deberes, y darles de comer.

Las madres eran el modelo para las hijas con el cual identificarse. Además tienen un papel fundamental en explicar a los hijos cual debe ser la relación con sus compañeros, y para que sus hijos sepan desenvolverse socialmente al estar fuera de casa. Un déficit en estas tareas se ha asociado con problemas en las relaciones sociales en la vida adulta (Parker, 1987).

b2) La aportación única del padre y la madre juntos al desarrollo de los hijos

De forma normal, el niño necesita para un desarrollo emocional, social y psicosexual normal la identificación con el padre del mismo sexo y el papel complementario del padre del otro sexo. El padre, la madre y los hijos se influyen mutuamente por las relaciones entre ellos. Así por ejemplo, las madres influyen indirectamente sobre los hijos al influir en la cantidad y la calidad de la relación padre-hijo (Minuchin 2002).

Los hijos en adopción han sufrido la carencia de la interacción entre los padres para su desarrollo, por eso están todavía más necesitados de que esa aportación se realice mediante una pareja heterosexual.

Los trabajos que se realizan en adopción homosexual no valoran las características inherentes a la pareja homosexual ni los factores de stress en el niño adoptado

La mayoría de los estudios fallan en la selección de la muestra. Así por ejemplo, si se selecciona parejas homosexuales sin problemas psicológicos, de una población de voluntarios, no será una muestra representativa de la población general de homosexuales, y tendrán buenos resultados en algunos resultados referentes a la educación de los hijos.

La mayoría de los estudios no están hechos en niños adoptados sino en niños cuyo padre biológico se define como homosexual después de muchos años de convivencia familiar. Los vínculos padre-hijos serán fuertes y el hijo tenderá a comprender con más facilidad de esta forma a su padre. Sin embargo en el caso de los niños adoptados por homosexuales no sería así al no existir un vínculo afectivo previo y además el menor procederá de normalmente de unos padres heterosexuales, por lo que la nueva situación le producirá rechazo.

Estos niños además no tendrán los problemas de estrés que tienen los niños en adopción, que son más vulnerables a la inestabilidad de la pareja, a la falta del padre o de la madre, etc. Por ello los resultados que encuentran que estos niños, hijos de padres biológicos que se declaran homosexuales no tienen problemas psicológicos, no son extrapolables a los niños adoptivos con problemas de stress inherentes a su situación previa a los que se añade la situación de un nuevo padre, no biológico y homosexual.

La mayoría de los estudios comparan los resultados en los hijos educados por dos lesbianas seleccionadas y que tuvieran estudios superiores y con fuertes ingresos económicos, y las comparan con familias heterosexuales en las que ha fallecido el padre o la madre. Como es lógico, dos personas proveen más recursos económicos, energía, tiempo, etc. que una sola y el hecho de que no se encuentren diferencias entre ambos no quiere decir que sean comparables.

Como muchos estudios están hechos en padres biológicos que revelan a sus hijos su homosexualidad al ser mayores, no es posible saber cuál es la contribución de los hijos en la educación como hetero o homosexual, y en muchos casos las lesbianas reconocen que no revelaron su condición a sus hijos adoptados hasta pasado un tiempo.

La mayoría de los trabajos científicos sobre adopción homosexual tienen limitaciones metodológicas importantes, muestras insuficientes, etc. Así por ejemplo, Patterson en 2000 apuntó las siguientes observaciones:

-La mayoría de estudios se han realizado en personas de raza blanca, bien educados, de clase media y trabajadora.

-No hay estudios de tipo longitudinal para saber qué pasa con los hijos a lo largo del tiempo

Similares objeciones han sido expresadas por Shumm (2004), además de explicar el hecho de que al rechazar la hipótesis nula no quiere decir que aceptemos la alternativa. Es decir, el que no podamos encontrar diferencias se debe más a la falta de calidad del trabajo, por ejemplo al usar una muestra insuficiente, y eso no quiere decir que podamos inferir de ahí a que no hay diferencias.

En un estudio de 148 páginas publicado por Lerner y Nagai, (2001) expertos en análisis cuantitativo de la Universidad de Chicago, titulado "Sin fundamento: lo que los estudios no dicen sobre la adopción por homosexual", concluyeron que los 49 estudios estaban sesgados en su método y en las conclusiones que obtuvieron.

En el 2002, en otra revisión, Rekers encontró las siguientes deficiencias:

- Falta de un grupo heterosexual de control
- Falta de un grupo de control de padres biológicos
- Muestra insuficiente, no tomada de forma aleatoria, inapropiada para las preguntas de la investigación
- Falta de reproductibilidad y validez en las medidas (¿cuáles fueron los criterios para establecer la homosexualidad o la heterosexualidad?)
- Falta de anonimato en los participantes
- Se acepta la hipótesis nula

El mejor desarrollo y bienestar procede de hijos de padres heterosexuales casados

Sarantakos en 1996 comparó 174 grupos de chicos divididos en tres grupos según que sus padres estuvieran casados, cohabitaran o fueran homosexuales. Los resultados fueron los siguientes:

En la adquisición del lenguaje, matemáticas, y ciencias sociales, los mejores resultados fueron para los hijos de casados, después para los hijos de los que cohabitaban y después los hijos de homosexuales. Lo mismo sucedió para la práctica de deportes y la sociabilidad. Así los hijos de padres homosexuales fueron más tímidos, inseguros para trabajar en equipo, miedosos para hablar de su familia, introvertidos, y con dificultades para relacionarse con un compañero que fuera diferente al sexo de sus padres adoptantes. Los hijos sufrieron con frecuencia las bromas de sus compañeros sobre sus padres.

En cuanto a la identidad sexual, los hijos de padres gay, tendieron a tener conductas y aficiones más propias de niñas que de niños de su edad

Más adelante en este trabajo se compara el desarrollo de los hijos comparando los hijos de un matrimonio heterosexual con los de hijos de padres que cohabitan, y con hijos de familias monoparentales (homo o heterosexual), produciendo siempre mejores resultados en el caso de hijos de padres casados y heterosexuales

CONCLUSIÓN

Sólo las parejas casadas heterosexuales son capaces de cubrir las necesidades específicas que tiene un niño en adopción, y una pareja homosexual, por las características inherentes de esta relación, no puede proporcionar

De esta forma, la regulación de Arkansas decide evitar la situación estresante innecesaria para los niños adoptados de someterse a una adopción homosexual, siendo el ser heterosexual una condición necesaria para la adopción.

De la misma forma que una pareja recién casada de 18 años, otra de 90 años, o un preso recién salido de la cárcel pueden dar en situaciones de excepción una educación incluso mejor que una pareja heterosexual sin estos impedimentos, pero esos casos de excepción son sólo eso: muy excepcionales; de allí que hay algo inherente a una estructuras familiar plenamente constituida, de la misma forma que la hay en la relación homosexual que los incapacita para adoptar


El informe concluye así: el Estado de Arkansas no debe emplear a los niños como conejillos de indias al servicio de una agenda política o de un determinado grupo de presión.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alférez peruano capturó Arica: “VENGO A IZAR LA BANDERA” (1971). PERCY ZAPATA MENDO.

Los duendes del Cuzco

COMIDA ACABADA, AMISTAD TERMINADA (ANÉCDOTA DE FRANCISCO DE CARBAJAL, EL “DEMONIO DE LOS ANDES”)