“300”… DE LA PELÍCULA A LA HISTORIA REAL
“300”… DE LA PELÍCULA A LA HISTORIA REAL
Valiéndome del interés que despertó la película “300” decidí
hacer una guía puntual comentando que es lo que realmente pasó en las
Termópilas y quién era quien en este tiempo.
Los griegos
Aun hoy en día existe una gran confusión con respecto a lo
que se conoce por Grecia, de hecho es normal escuchar a la gente referirse a
las distintas polis (ciudades) como “los
griegos”, como si todo todas ellas fueran un conjunto indivisible, cuando
en realidad lo único que unía a Grecia era el idioma. Las distintas polis eran
muy diferentes unas de otras, y en algunos casos entre ellas no se consideraban
como la misma gente -por ejemplo los escritores atenienses solían referirse a
Esparta como “los otros”, en tanto
que estos últimos despreciaban a los primeros por ser unos “seduce muchachos”-.
Para notar las diferencias entre unos y otros podemos remarcar
el trato a la mujer, mientras que en Atenas a la mujer se la subyugaba, en
Esparta se la dejaba ser libre, poseer propiedades, elegir con quien se
casaría, participar en las decisiones de la ciudad e incluso entrenarse
militarmente. De hecho hasta poseía derechos que el hombre no, como la
posibilidad de poder tener “amantes
legales” sin que el marido pueda oponerse -esto es ya que tener la
posibilidad de tener hijos de un hombre más fuerte se consideraba como un
derecho indispensable para la guerra-.
El pueblo guerrero
Los pueblos que conocemos hoy en día como helénicos no eran
originarios de la región, sino que pertenecían a pueblos del Norte que bajaron
y conquistaron las distintas zonas. En el caso de Esparta, cuya leyenda dice
que son los descendientes directos de Hércules, dominaron el territorio nativo
con facilidad y esclavizaron a su población local, los ilotas.
Y ya que los ilotas superaban numéricamente a los espartanos
en una proporción de 10 a 1 -aunque algunos autores remarcan una relación de 15
a 1- los espartanos derivaron las tareas agrícolas a los ilotas y ellos se
concentraron en la milicia. De esta manera, a pesar de ser superados
ampliamente, su poderío militar ponía a los ilotas constantemente a raya. Esto
a su vez hizo que se convirtieran en los mejores guerreros de la historia de la
humanidad ya que su entrenamiento comenzaba a los 7 años y el honor era rigor
en sus vidas. No solo en lucha armada y en formaciones de falange eran
expertos, sino que además su entrenamiento en el arte del Pankration -arte
marcial basada en lucha desarmada de tipo combinada- los hacía rivales mortales
con o sin armas.
Licurgo y los Reyes
Licurgo fue el Rey más trascendental de Esparta. Sus disposiciones
prácticamente deshicieron las desigualdades sociales entre los espartanos y
aportaron a construir la personalidad y el carácter que haría a Esparta
mundialmente reconocida. De hecho, cuando le sugirieron construir paredes para
defender la ciudad respondió:
“Esparta no necesita
paredes, los espartanos son sus paredes”.
Además de las reformas sociales creó la base legal y el
sistema militar de carácter estoico.
Con lo que respecta a los Reyes de Esparta siempre debía de
haber dos Reyes con el mismo poder, ya que esto evitaba la subida de un tirano
que con caprichos y ego destruyera la polis. Este sistema probó ser excelente
al punto que luego, siglos después, sería adoptado por Roma convirtiendo a la
República en un sistema legal comandado por dos Cónsules iguales. -Y como la
historia ha sabido mostrarnos cuando cae la República y nace el Imperio,
abandonándose el sistema de dos Cónsules por el de un Emperador todo poderoso,
los excesos, caprichos y egos de éstos Emperadores destruyeron a Roma-
Los antecedentes a
Termópilas
Persia fue un caso especial, un “Imperio Meteórico” cuya desintegración ocurrió tan rápidamente
como lo fue su ascenso. Tras estancarse su expansión por el Oeste bajo el mando
de Jerjes I el Rey Dios, como era considerado por “sus” pueblos -Persia tenía
conquistadas decenas de naciones que utilizaba para la guerra- Jerjes decidió conquistar
Grecia, la cual a causa de sus diferencias estaba debilitada por las guerras
internas. El primer intento fue en Maratón, donde los atenienses resistieron
gloriosamente y lograron detener el avance persa a fuerza de lágrimas, sudor y sangre.
El segundo intento esta vez tendría como fin ingresar por Termópilas.
¿Era tan brutal Persia?
En la película se muestra a los persas como monstruos
deformes, pero la realidad es otra. Persia fue una de las primeras naciones en
la historia en proponer un trato decente a los esclavos y ciertamente una de
las primeras en considerar que los rivales, a pesar de ser enemigos, tenían sus
derechos como seres humanos. Su nivel cultural era remarcable con bibliotecas
repletas de volúmenes e investigadores de todas las ciencias. Ciertamente sus
ciudades eran las joyas de Oriente y del mundo.
Las Termópilas
Tras retirarse de Tesalia en lo que intentó ser un ataque
preventivo varias polis griegas se “aliaron”
a Persia. Por esta razón se organizó una junta en Corinto a la que asistieron
aproximadamente 30 ciudades para dialogar sobre como detener a los persas.
Desafortunadamente las peleas internas dividían la decisión por optar por la
unidad, sin embargo Temístocles logró convencerlos de formar un ejército
combinado al mando de los espartanos que detuviese a los persas en la “Puerta de Grecia”, es decir las
Termópilas, cuya geografía anulaba la superioridad numérica de Jerjes.
Por motivos religiosos, Leónidas no pudo conseguir el
ejército cuando lo solicitó, y temiendo que la espera hiciera que los persas
crucen el estrecho de las Termópilas, se lanzó en una misión suicida empleando
a su guardia personal de 300 hombres, 600 esclavos ilotas - 2 esclavos por cada
espartano - 700 tespios, 400 tebanos y un combinado de hombres de otras polis
que en total llegaban a unas 7 mil unidades, y que se iban a enfrentar a un
ejército estimado entre 250 mil y 400 mil persas.
Al llegar Jerjes esperó cuatro días a que los griegos
depusieran las armas - tiempo que Leónidas aprovechó para fortificar las
murallas de la fortaleza -. Al ver que los griegos no se asustaron por sus
tropas envió a un emisario que les exija deponer las armas, a lo que Leónidas
respondió con la que se convertiría en la frase más famosa de la historia
militar:
-Ven a buscarlas tú mismo-. Acto seguido comenzó la batalla.
La excelente formación espartana y la geografía hicieron que
fila tras fila de persas sea diezmada por los griegos, quienes casi no
sufrieron pérdidas. Jerjes enfurecido ya que esto suponía un fortísimo golpe a
la moral de su ejército envió a su élite, “Los
Diez Mil Inmortales”, pero el resultado fue prácticamente el mismo. No
obstante, los griegos comenzaban a cansarse tras días de lucha, pero ninguno
cedía terreno.
El principio del fin llegaría a causa de un traidor,
Efialtes, quien le muestra a Jerjes un paso oculto, el cual Jerjes utiliza para
rodear a los Griegos. Tras enterarse de esto Leónidas le ofreció a quien no
quisiera morir la posibilidad de retirarse. Sólo su guardia de 300 hombres y
unos mil griegos más decidieron morir junto a los espartanos. La batalla fue
cruenta y en ella morirían heroicamente casi todos los griegos de los cuales
solo dos logran sobrevivir.
La importancia de Termópilas fue fundamental, ya que además
de ganar un tiempo vital, sirvió de inspiración para los griegos quienes
emocionados por la actitud heroica de Leónidas finalmente lograron derrotar a
los Persas, siendo la batalla de Salamina el punto final a las intenciones
persas sobre Grecia.
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