LA TREGUA DE NAVIDAD
LA
TREGUA DE NAVIDAD
Se
le denomina como tal a un breve alto el fuego no oficial que ocurrió entre el
Imperio alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de
la Primera Guerra Mundial durante la Navidad de 1914. La tregua comenzó en la
víspera de la Navidad, el 24 de diciembre de 1914 cuando las tropas alemanas comenzaron
a decorar sus trincheras, luego continuaron con su celebración cantando
villancicos, específicamente Stille Nacht (Noche de paz). Las tropas británicas
en las trincheras al otro lado respondieron entonces con villancicos en inglés.
Ambos
lados continuaron el intercambio gritando saludos de Navidad los unos a los
otros. Pronto ya había llamadas a visitas en la tierra de nadie, donde pequeños
regalos fueron intercambiados: whisky, cigarrillos, etc.
La
artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche. La tregua también
permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas
y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados
del conflicto llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su respeto.
En
un entierro en la tierra de nadie, soldados británicos y alemanes se reunieron
para leer un fragmento del Salmo 23:
El
Señor es mi pastor, nada me falta.
Sobre
pastos verdes me hace reposar,
Por
aguas tranquilas me conduce.
El
Señor me da nueva fuerza,
Me
consuela, me hace perseverar.
Me
lleva por el buen camino,
Por
el amor de su nombre.
Aunque
camine por un valle oscuro
No
temeré mal alguno porque Él está conmigo.
La
tregua se propagó hacia otras áreas, y hay muchas historias — algunas quizá
apócrifas — de partidos de fútbol entre las fuerzas enemigas. Hay cartas que
confirman que el resultado de uno de esos juegos fue 3 a 2 a favor de Alemania.
En
muchos sectores la tregua solo duró esa noche, pero en algunas áreas duró hasta
el año nuevo, e incluso hasta el mes de febrero.
La
tregua ocurrió a pesar de la oposición de los niveles superiores de los
ejércitos. Anteriormente un pedido hecho por el papa Benedicto XV de una tregua
entre las partes en guerra había sido desoído.
Los
comandantes británicos John French y Sir Horace Smith-Dorrien juraron que una
tregua así nunca volvería a permitirse (sin embargo ambos habían dejado el
mando antes de la Navidad de 1915). En los años subsiguientes se ordenaron
bombardeos de artillería en la víspera de la festividad para asegurarse de que
no hubiera más reblandecimientos en medio del combate. Asimismo las tropas eran
rotadas por varios sectores del frente para evitar que se familiaricen
demasiado con el enemigo. A pesar de esas medidas hubo encuentros amigables
entre soldados, pero en una escala mucho menor que la de los encuentros del año
anterior.
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