GUERRA ENTRE LOS CHANCAS E INCAS
GUERRA ENTRE LOS CHANCAS E INCAS
En el año 1438, el Inca Huiracocha
muy anciano ya para gobernar, debe elegir un heredero para su naciente reino, y
por presión de los orejones (1), opta por elegir al príncipe Urco como su
sucesor. Los chancas sabían perfectamente que las sucesiones en el reinado
entre los incas usualmente desencadenaban en luchas internas por la supremacía,
como efectivamente ocurrió, suscitándose la pelea entre las panacas de los
Hanan y Urin cusco (2), proclamándose el triunfo de los primeros, evento que
dejó a la clase gobernante incaica en un periodo de reacomodo, mismo que fue
aprovechado por sus rivales chancas.
Los chancas (3) lograron reunir
un ejército de 250 mil guerreros y salieron de sus tierras dispuestos a
conquistar el Cuzco, partiendo de Paucaray y según la usanza andina se
dividieron en tres ejércitos. Tan seguros estaban de la fácil conquista del
Cuzco que dos de los ejércitos se dirigieron al Contisuyo y el tercero con 40
mil soldados tomó la ruta del Cusco.
Cuando los Chancas enviaron sus
emisarios a Cuzco, Huiracocha Inca y el Inca Urco aceptaron la rendición e
inmediatamente huyeron causando la sorpresa en la etnia inca, siendo el salvador
el príncipe Cusi Yupanqui. Ante la anarquía, Cusi Yupanqui (nombre verdadero de
Pachacútec) solicitó en vano el regreso de su padre.
Ante la negación de Huiracocha,
Pachacútec hizo un llamado general a las etnias vecinas para resistir juntos a
la amenaza Chanca, los Canas fueron los únicos que se aliaron a los incas,
mientras que los Ayamarcas también fueron los únicos que se aliaron a los
Chancas y las demás etnias esperaron a ver por quién se inclinaría la victoria
para unírseles.
La cruenta batalla fue librada en
Yawarpampa ("campo de sangre"), ganada providencialmente por los
cusqueños mediante la participación oportuna de fuerzas amigas. Esta difícil
victoria se tornó en leyenda en el relato que recoge el cronista indio Juan de
Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua (1613), quien afirma que la batalla se
habría perdido si no cobraban vida milagrosamente los soldados de piedra
pururaucas, que se piensa que en realidad fueron piedras disfrazadas como soldados
para engañar a los chancas. Según los vencedores, murieron en Yawarpampa 22.000
chancas y 8.000 cusqueños. Los chancas se reorganizaron al poco tiempo, pero
fueron derrotados nuevamente y de manera definitiva en Ichubamba.
Una vez derrotados los Chancas,
los incas alistaron las celebraciones en Cuzco a las cuales Huiracocha fue
invitado por Pachacútec, sin embargo, Huiracocha se negó a menos que llevaran a
Inca Urco a que reciba los créditos por la derrota Chanca, obviamente nadie
quiso recibirlo. Motivado por la envidia, Urco organizó un pequeño ejército y
marcharon a Cuzco para derrocar a Pachacútec, pero este, hábilmente preparado
lo derrotó. Inca Urco fue descuartizado y sus restos fueron arrojados.
Glosario:
1.- OREJONES: Los orejones eran los miembros de la élite inca,
los integrantes de la casta de nobles originarios del imperio. Se les llamaba orejones porque usaban
grandes y llamativos aretes de oro puro que colgaban de sus orejas.
Entre los orejones, se repartían
los cargos de emperador Inka, miembros del consejo imperial, altos mandos de
las jerarquías castrense y eclesiástica, y los más importantes cargos de la
administración imperial. Constituían ese grupo también sus antecesores vivos,
sus esposas y descendientes.
Existían nobles de menor nivel,
no de sangre, que tenían ese privilegio, y se les denominaba “nobles de
privilegio advenedizos”, si eran de otras naciones, y “nobles de privilegio
recompensados”, si eran del propio pueblo inca. El mérito propiciaba sus
ascensos a este nivel.
2.- HANAN Y URIN CUZCO. Las fuentes coloniales nos dicen que la
dinastía real inca se dividía en dos bandos llamados Hurin y Hanan, los cuales
se sucedieron a la cabeza del Tawantinsuyu en el transcurso del tiempo. Los
cinco primeros gobernantes pertenecieron a la división Hurin que espacialmente
correspondía a la parte baja del Cuzco, donde vivieron los linajes procedentes
de estos soberanos. Según los mismos textos, los siete a nueve últimos reyes
tuvieron su origen en la división Hanan que coincidía espacialmente con la
parte alta de la ciudad, donde residieron sus descendientes. Si los cronistas
concuerdan sobre este marco general de organización, divergen sin embargo sobre
el período y los motivos de la creación de estas mitades y particularmente
sobre el modo de afiliación a cada división, el cual dependía directamente de
la constitución de los linajes reales. Así, mientras algunas fuentes afirman que
los dos bandos fueron creados uno a continuación del otro, de la misma manera
que los grupos de parentesco real fueron instituidos sucesivamente a la muerte
de cada soberano, otras alegan que todas estas familias nobles ya existían
cuando un rey reformista las dividió en dos parcialidades de estatus
asimétrico. El primer conjunto de textos redactados por Pedro Sarmiento de
Gamboa (1572), Miguel Cabello de Balboa (1586) y Martín de Murúa (1590-1602),
insiste sobre el carácter linear de la genealogía real, mientras los autores
del segundo grupo, incluidos Juan de Betanzos (1551), Bartolomé de Las Casas
(1562-1564), Jerónimo Román y Zamora (1575) y Pedro Gutiérrez de Santa Clara
(c. 1590), utilizan el vocabulario del parentesco para explicar la posición de
cada miembro de la nobleza en la estructura dualista del grupo de descendencia
inca.
3.- LOS CHANCAS. Los chancas son un pueblo precolombino
que se asentó en las actuales regiones andinas peruanas de Apurímac, Ayacucho y
Huancavelica. En la época precolombina existieron dos parcialidades chancas con
características pronunciadas: los llamados por los quechuas como
"Hanan" (alto) chancas o posteriormente llamado como "reino de
Parkos" que guerrearon contra los quechuas cuzqueños y, en segundo lugar,
a los "Urin" (bajo) chancas que se entregaron voluntariamente a los
quechuas cuzqueños por lo que no fueron destruidos ni sometidos a los traslados
territoriales forzosos (mitmacuna).
De acuerdo a varios hechos sus
fundadores fueron Uscovilca (fundador de Uran chanca) y Ancovilca (fundador de
Hananmarca o Hanan Chanca). El error incurrido hasta la actualidad fue que a
la etnia Hanan Chanca se confundió con los Uran Chancas y que a estos últimos
les unieron a los Pacoras o Pocoras (Pocras) en una entidad inexistente llamándola
"Confederación Pocra-Chanca".
Según supuestas fuentes incaicas
que relatan acerca de la Cultura Chanca, los Hanan chancas eran muy
sanguinarios al momento de la lucha, cuando capturaban al enemigo lo hacían
prisionero de guerra. Les propinaban crueles castigos para demostrar al enemigo
que no debían meterse con ellos; los escalpaban, es decir, estando aún con vida
los prisioneros les arrancaban la piel, los colgaban de cabeza para que la
sangre se concentre en la parte superior del cuerpo y les hacían unos pequeños
cortes en la parte frontal de los dedos de los pies, es ahí de donde comenzaban
a arrancar la piel poco a poco, mientras el prisionero daba gritos
despavoridos. Otra forma de intimidar al enemigo era haciendo copas hechas de
los cráneos de los prisioneros en donde bebían la sangre de los enemigos.
Notas y referencias:
·
El vocablo quechua "pacha
kutiy" resulta muy complejo en cuanto a su traducción y connotación, puede
traducirse al español como: "cambio, transformación, revolución” ( kutiy)
de la “tierra, mundo, universo" (pacha); sin embargo, cualquier traducción
deja de lado la implicación connotativa que pudo tener el término durante el
Incario, implicación tan profunda que incluso ha llevado a sospechar a ciertos
historiadores que "Pachacútec" no fue necesariamente una persona, sino
una transformación profunda en la organización del estado.
·
Juan Díez de Betanzos en su "Suma y
Narración de los Incas" (1551).
·
Crónica de Cabello Valboa (1583).
·
Según los “Comentarios Reales de los
Incas” de Garcilaso de la Vega, el inca fugitivo fue el anciano Yahuar Huácac y
el príncipe que asumió la defensa del Cuzco, su hijo Hatun Topa, llamado
después Huiracocha. Estas dos son las hipótesis más relevantes sobre la defensa
del Cuzco ante la invasión de los Chancas.
·
bifea.revues.org/4049
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