FOMO: TEMOR A SER EXCLUÍDO EN LOS MEDIOS VIRTUALES
FOMO: TEMOR A SER EXCLUÍDO EN LOS MEDIOS VIRTUALES
El “FOMO”,
acrónimo de la expresión inglesa “fear of missing out”, representa al
miedo a perderse algo en las redes sociales, un “espacio” virtual que se ha
convertido en una extensión inevitable de la vida real de muchas personas.
Los que sufren este nuevo síndrome necesitan estar
permanentemente conectados a Internet, y consultar compulsivamente las redes,
el correo electrónico o el WhatsApp, por temor a no enterarse de cualquier cosa
que suceda en su entorno, a quedar excluido de algún evento o, lo que es peor,
a que otras personas puedan estar haciendo cosas más interesantes o divertidas.
El deseo de enterarse de las vidas ajenas y contar la propia
a los demás –el exhibicionismo o deseo de protagonismo– no son una novedad, la
diferencia está en que las nuevas tecnologías nos proporcionan los medios
necesarios para hacerlo de forma inmediata, y con imágenes que ilustran lo que
queremos contar. Redes sociales como Facebook, Twitter o Instagram permiten que
cualquiera pueda comparar su vida con las de muchos otros en tiempo real.
El problema surge cuando la desconexión genera angustia y, al
compararse con los demás, el individuo se llega a cuestionar incluso sus
propias elecciones. Por ejemplo, cuando una persona desea pasar la tarde del
sábado en casa viendo una película o un partido de fútbol mientras saborea unas
palomitas y un refresco, y cuando un mensaje en el móvil le revela que unos
amigos han quedado para ir a una fiesta, comienza a sentir ansiedad aunque no
le apetezca en absoluto asistir, y ya no disfruta de su plan porque no puede
dejar de pensar que ellos lo van a pasar mucho mejor.
Recomendaciones para
prevenir el FOMO
Que hayas sufrido FOMO en alguna ocasión o durante un tiempo
no significa necesariamente que seas adicto a Internet, pero el uso inadecuado
de las nuevas tecnologías puede generar una dependencia de la red que es
conveniente prevenir siguiendo algunos consejos:
- · Establece prioridades. Recuerda que la cantidad de información que eres capaz de manejar es limitada y céntrate en las personas y los datos que realmente te interesan o te puedan ser útiles.
- · Dosifica tu presencia en las redes. Así evitarás ser el cansino del grupo, y mejorarás tu imagen y tu reputación online.
- · Pasa a la acción. Si estás permanentemente conectado por miedo a lo que te puedes perder, lo que de verdad te estás perdiendo es la vida. En vez de mirar lo que hacen los demás, y dedicar tu tiempo de ocio a fotografiar, grabar, y publicar tus actividades, disfruta de las buenas experiencias y compártelas con los que te importan.
- · Aprovecha las redes para enriquecer tu vida social, recuperar el contacto con antiguos amigos o compañeros de estudios o de trabajo, conocer personas con aficiones comunes, mantener el contacto con seres queridos que viven lejos…, y no para aislarte en un gueto cibernético.
- · Analiza y reflexiona. ¿De verdad crees que los que están siempre actualizando su estado y colgando fotos en las redes se lo pasan mejor que tú?
- · Planifica tu ocio, y dedica tiempo a descansar, a no hacer nada, a estar con tu familia y amigos, a practicar tus aficiones…
- · Realiza ejercicio y actividades al aire libre. Es sano, es divertido, y favorece la desconexión.
- · Fomenta el lenguaje verbal manteniendo conversaciones frecuentes, en persona o por teléfono. El tono de voz y los gestos son insustituibles a la hora de transmitir emociones.
- · Limita el tiempo de conexión diaria. Establece un tiempo máximo cada día –10 o 15 minutos– para acceder a las redes y responder a las actualizaciones de estado. Si alguien quiere contactar contigo tiene otras formas de hacerlo.
- · Cambia de vida. Puede que sufras FOMO porque no te gusta la vida que llevas; es hora de que te preguntes qué es lo que va mal y qué puedes hacer para cambiarlo.
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Fuente:
webconsultas
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