RÉQUIEM A UNA AMIGA. PERCY ZAPATA MENDO.
RÉQUIEM A UNA AMIGA
A Eliza Quinde
Cuando haya llegado mi hora, déjenme ir porque así está dispuesto…
Aún tenía muchas cosas que imaginar y comprender,
Mas por ello no me aten a este mundo por sus lágrimas de lógico dolor,
Por las sublimes primaveras que hemos vivimos juntos, ¡Demos gracias a Dios!
El amor que nos dimos fue recíproco,
Inmortalicen la alegría y apoyos que me dieron,
Les estoy agradecido a cada uno de ustedes,
Por la ternura que me dedicaron,
Pero ahora, he de partir sola
Si precisan llorarme, ¡Háganlo!
Pero dejen que su fe en Dios consuele su tristeza;
¡Familia mía, amigos míos!
Solo nos separaremos un tiempo,
Conserven mi reminiscencia en sus corazones.
La existencia sigue adelante.
No estaré lejos por si me necesitan,
Piensen en mí,
Aunque no me miren, ni me puedan palpar,
Estaré entre ustedes y sentirán mi calor
De mi amor en sus corazones.
Cuando a ustedes les toque viajar por este camino,
Que yo les antecedo,
Los recibiré con una sonrisa y les diré:
¡Bienvenidos, mis amados míos!
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